Por: Yuri Aguilar Dávalos / Historiador y periodista /
Publicado en www.semanarioaqui.com
En 1967 gobernaba el país el Gral. René Barrientos Ortuño,
quien legaliza su régimen (surgido de un golpe militar en 1964) mediante
elecciones generales realizadas en 1966.
En marzo del 67 se conoce la existencia de guerrillas en el
sudeste del país. Paralelamente la situación económica, en especial para los
mineros, no era nada buena, pues sus salarios habían sido reducidos desde 1965,
además de que muchos trabajadores y dirigentes habían sido despedidos.
En ese ambiente social, los mineros deciden convocar a un
Ampliado Minero donde se acuerden acciones para enfrentar al gobierno,
recuperar derechos y apoyar al movimiento guerrillero.
Convocan a Ampliado
En asambleas realizadas en Huanuni, Catavi y Siglo XX, el
Ampliado es convocado para el 24 de junio, en Siglo XX, donde asistirían
también representantes de otros sectores labores y estudiantiles. En esas
asambleas ya se había decidido apoyar las guerrillas con medicinas y alimentos
y declarar a las minas como territorios libres.
La masacre
De esa manera el 23 de junio ya habían llegado a Siglo XX
las diferentes delegaciones, aunque con bastante precaución, pues los
organismos represores del gobierno estaban tras los dirigentes.
Esa noche de San Juan, como es tradición, se hicieron
fogatas y los mineros de Siglo XX, Catavi y vecinos de Llallagua compartieron
esperanzas hasta las primeras horas del día siguiente.
Pero Barrientos, que no estaba dispuesto a que se realice el
Ampliado, ordenó ahogar en sangre ese atrevimiento. Antes de las cinco de la
madrugada del 24 de junio, tropas del Ejército y agentes de la Dirección de
Investigación Criminal (DIC), organismo represor del régimen, ocupan esos
distritos mineros disparando a mansalva a quienes se encontraban todavía
atizando; pero disparan también a las viviendas de los campamentos,
especialmente en el campamento "La Salvadora".
Inicialmente, los mineros creyeron que se trataba de
dinamitazos que se hacen habitualmente en esa festividad, pero luego se dieron
cuenta de que se trataba de una verdadera masacre. Hubo 26 asesinados y más de
cien heridos. La dictadura constitucional había consumado una barbarie más.
La resistencia
Estos hechos no atemorizaron a los trabajadores, pues el
mismo 24, en Radio Pío XX, reunidos algunos dirigentes lanzan las primeras
demandas: retiro de las tropas de las minas; devolución de la sede sindical y
de la radio "La Voz del Minero", asaltadas en esa madrugada; libertad
a los dirigentes detenidos y confinados; indemnización a las viudas de los
asesinados y exigencia a que no sean desalojadas del campamento; reposición de
los salarios a los niveles existentes en mayo del 65.
Dos días después, en interior mina, se realizó una asamblea,
donde se decretó Huelga General. Al día siguiente, en el mismo lugar y con la
presencia de más dirigentes (en realidad se trataba de un Ampliado) se
ratifican las anteriores medidas y además se fija una cuota quincenal de 10
pesos por obrero para gastos del sindicato y para comprar armas; se exige el
respeto al fuero sindical y se garantiza el trabajo de los técnicos; también se
reestructura el Ejecutivo de la Federación de Mineros, siendo designado como
Secretario General, Simón Reyes y como Secretario de Relaciones, Isaac Camacho.
La resistencia
Un mes después, ambos dirigentes y René Chacón, ejecutivo de
Siglo XX, son detenidos. Luego, en los primeros días de agosto del 67, Isaac
Camacho, es asesinado en las celdas del Ministerio de Gobierno dirigido por
Antonio Arguedas, y sus restos desaparecen.
-----------------------
Links relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario