Por: José Alberto Diez de Medina / El Diario, 14 de Octubre
de 2016.
El 1 de mayo de 1828, el ejército peruano, de 6.000 hombres
bien pertrechados y aguerridos, al mando del Gral. Agustín Gamarra cruzó el
Desaguadero e invadió territorio boliviano, so pretexto de defender la vida del
Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de la República de Bolivia.
El 3 de mayo llegó a Chuquisaca el Gral. José María Pérez de
Urdininea, a fin de asumir el mando de la nación, como Presidente del Consejo
de ministros, conforme al decreto del l8 de abril.
El Mariscal Sucre postrado, en la propiedad de Ñuccho, al
conocer la invasión del Gral. Gamarra a territorio boliviano, dirigió a éste
una carta, entre cuyos conceptos manifiesta su rechazo a la invasión de
Bolivia, y la no necesaria ayuda de tropas peruanas para el restablecimiento
del gobierno. “Habría querido no recibir el favor que usted me ofrece, habría
querido ser víctima de disensiones en Bolivia, antes de haber visto hollar los
derechos y la independencia de un pueblo americano”.
El Gral. Urdininea dispuso que ambas Cámaras se reunieran en
la ciudad de Cochabamba, a fin de dirigir el Gobierno desde esa ciudad. El 17
de mayo fue llamado el Cnel. Pedro Blanco al cuartel general, desde su
acantonamiento en la provincia de Chichas, pero defeccionó éste con el
Regimiento de Cazadores de Caballería, famoso por sus hazañas de guerra,
privando su concurso a la defensa del país.
El 30 de mayo, rechazada la capitulación ofrecida por el
ejército peruano, el Gral. Urdininea arengó a sus tropas en la localidad de
Paria. Burlando a las tropas peruanas, el Gral. Otto Felipe Braun ingresó a la
ciudad de La Paz, añadiendo dos batallones de voluntarios paceños a sus
fuerzas.
El Cnel. Pedro Blanco ingresó con sus fuerzas combinadas
peruano bolivianas, a Chuquisaca, dirigiéndose a la finca de Ñuccho y sin
ningún respeto ni consideración alguna al herido que se hallaba postrado en
cama, lo trasladó a la fuerza a la ciudad de Sucre, para dar credibilidad a los
posibles acuerdos con las fuerzas del Gral. Gamarra.
Ocupados los departamentos de La Paz, Oruro y Cochabamba por
las fuerzas peruanas o sus adeptos, se reunieron en el pueblo de Piquiza los
comisionados, por el Gobierno de Bolivia, señores Miguel María de Aguirre, José
Miguel de Velasco y Miguel del Carpio, y los comisionados peruanos señalados
por el Gral. Gamarra, señores Agustín Lira, Juan Arguedas y José María López, a
fin de convenir un tratado preliminar.
Este tratado constaba de 17 artículos, los mismos que fueron
aprobados por el Gral. Gamarra. El Gral. Urdininea aprobó y ratificó en todas
sus partes el tratado, que se constituyó en un ignominioso documento. El
tratado a más de sus partes infames para la República de Bolivia, insistía en
el retiro de todo militar colombiano o extranjero del territorio nacional.
En fecha 2 de agosto, el Mariscal Sucre, presidente de la
República de Bolivia, emitió el siguiente decreto:
Desde el día de hoy, queda el gobierno de la República a
cargo del Consejo de Ministros, el General José Miguel de Velasco, presidente;
el doctor Mariano Enrique Calvo, de Relaciones; el señor Manuel Molina de
Hacienda.
El decreto dispuso que el Gral. Urdininea sea sometido a
juicio, para responder por su conducta en los tratos con el invasor. El Cnel.
Blanco, por instrucciones del Gral. Gamarra, fue ascendido a General, más tarde
por estas mismas influencias será designado Presidente de Bolivia.
El 2 de agosto de 1828, después de un hermoso discurso
dirigido a la nación, abandonó el país el Mariscal Sucre, rumbo al puerto de
Cobija.
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