Por: Luis Oporto Ordóñez / La Época, del 26 de marzo al 1 de
abril de 2017.
Un dramático episodio desnudó el verdadero carácter del
Movimiento Nacionalista Revolucionario. En 1963, geólogos y funcionarios de la
Embajada de EE.UU., fueron tomados como rehenes por un grupo de aguerridas Amas
de Casa, en represalia por la prisión de los dirigentes mineros Irineo Pimentel
Rojas y Federico Escobar Zapata. Era el inicio del fin de la era del
Nacionalismo Revolucionario. Irineo Pimentel Rojas fue uno de los dirigentes
históricos que luchó por mejores condiciones de vida de los trabajadores
bolivianos, contra los intentos de privatización de los centros mineros de
Bolivia y combatió a las dictaduras militares de Barrientos y Banzer.
Vida y muerte en las minas de Siglo XX
Irineo Pimentel nació en el distrito minero de Siglo XX, el
1° de abril de 1927. Sus padres, Pío Pimentel (oriundo de Sucre) encargado de
Carpintería de Siglo XX, y Gregoria Rojas (de Sorata), lo enviaron a Oruro a
estudiar la secundaria, pero tuvo que regresara Siglo XX ante la inesperada
muerte de su progenitor y se enroló a los catorce años de edad como Albañil de
Carpintería en la Patiño Mines, el 13 de noviembre de 1941. 1 Desde entonces
desempeñó oficios diversos en Siglo XX, como Albañil y Cañerista de Maestranza
(1942), Sereno externo, Ayudante de la Oficina de Tiempos (1943) y ascendido a
Pasatiempo (1944). Luego pasó a Interior Mina en Salvadora, como Carrero
(1947), Patachero (1947), Enmaderador (1948) y Jefe de Punta (1950). Volvió a
Siglo XX como Ayudante Secretario de Taller Eléctrico (1951), Planillero en la
Oficina de Tiempos (1953), Contador de Pulperías (1954), nuevamente Planillero
(1963) y finalmente Jefe de la Oficina de Tiempos. 2 En 1970, asciende a la
categoría de empleado. En diciembre de 1977, aquejado por fuertes dolores en el
pulmón fue remitido al Hospital Obrero de La Paz para someterse a exámenes
médicos, falleciendo el 6 de febrero de 1978, por un “coma neurológico post
paro cardiaco transquirúrgico de tórax”. Al igual que Federico Escobar entró
vivo a la sala de operaciones y salió con los pies por delante. Trabajó 35 años
y 2 meses para la Patiño Mines y la Empresa Minera Catavi. La Comibol pagó a su
viuda, Bertha Castillo, una indemnización de Bs. 50.517,23, previo pago de descuentos.
3 El 30 de marzo de 1978, la viuda se ve forzada “de hacer la entrega de la
vivienda en el Campamento Gral. Montes, el 30 de abril”.
Deporte, educación, radios mineras y vivienda social
Su primer cargo en el sindicato de Siglo XX (1952) fue el de
Secretario de Deportes y fue presidente de la Asociación Deportiva Llallagua.
Organizó el Primer Campeonato Nacional Minero de Futbol, fomentó la natación,
básquetbol, pelota de mano, ajedrez y golf. Impulsó la creación del Colegio “1°
de Mayo” de Llallagua, construyó el estadio “María Barzola”, consolidó la
Escuela de Enfermeras de Catavi y modernizó la educación en las escuelas de
Empresa Minera Catavi, con la creación de la escuela piloto “6 de junio”.
Erigió el monumento a Federico Escobar Zapata –su compañero de lucha- en la
plaza del minero. Concibió a Radio “La Voz del Minero” con su poderosa onda
corta, como instrumento de lucha con la que implementó la “cadena nacional de
radios mineras”, pieza fundamental en su lucha contra las dictaduras. Organizó
las cooperativas de vivienda minera Chimba Grande y Alalay en la ciudad de
Cochabamba.
Los combates históricos del sindicalismo
revolucionario
La Patiño Mines era intolerante con los dirigentes
sindicales. Irineo fue identificado como “elemento indeseable. Prohibido su
reingreso a la Empresa” y en 1949, nuevamente fue retirado por causas
político-sindicales. Ocupó la Secretaría General del sindicato de Siglo XX
(1954), en reemplazo de Gabriel Pórcel, hasta 1965. Durante el primer gobierno
del Dr. Paz, movilizó sus bases por “mejores condiciones de vida y trabajo”,
pero en el plano político combatió el plan de estabilización monetaria (1956),
“que redujo la pulpería barata, cerró las minas marginales”. En el segundo
gobierno de Paz (1960-64) se opuso al Plan Triangular, logrando la
“re-categorización de sueldos y salarios en Catavi y posteriormente la FSTMB
logra que sea aplicada en todas las minas nacionalizadas”. En junio de 1961 fue
detenido y confinado a Puerto Villarroel (Chapare) y posteriormente a Reyes
(Beni) acusado de participar en una conspiración comunista. En 1963, al término
del XII Congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia
(FSTMB) realizado en Colquiri, es apresado en Caracollo junto a Federico
Escobar y enviado a prisión. Como una ironía del destino fue retirado en 1964
por el gobierno del Dr. Víctor Paz “conforme instrucciones superiores” y
restituido por Barrientos junto a Federico Escobar, también “por instrucciones
superiores”, en abril de 1965.
Quizá la dictadura pensaba ganársela adhesión de estos dos
dirigentes, pero no tardaron en ser despedidos, “como emergencia del DS del 23
de mayo de 1965” el primero, y “a fin de efectuar la recuperación de la minería
nacionalizada, el 31 de mayo de 1965”, el segundo. La confrontación con
Barrientos tuvo otro cariz, pues el dictador logró suscribir el Pacto
Militar-Campesino, con el fin de mediatizar la vanguardia minera
revolucionaria. Para implementar el Plan Triangular, Barrientos declaró Zonas
Militares a los centros mineros y ordenó su ocupación por tropas del ejército.
Era el “Sistema de Mayo”. José Pimentel recuerda este pasaje: “La resistencia
fue dura, Juan Lechín fue detenido y exiliado al Paraguay, se declaró la huelga
general por parte de la COB. Al final después de un mes de huelga ésta sólo se
mantenía en los distritos mineros, que se encontraban cercados por el ejército
y huestes del pacto militar-campesino. La situación se hizo insostenible. Los
trabajadores en asamblea aceptaron la propuesta gubernamental, por intermedio
de los técnicos, de la salida al exilio de los dirigentes sindicales a cambio
de evitar el ingreso de los campesinos y el ejército. En la misma asamblea se
conoció el planteamiento de los militantes del POR, que rechazaban la propuesta
y al contrario llamaban a la resistencia militar –de tiempo atrás se hablaba de
la guerrilla en la mina Italia-. Irineo salió al exilio a la Argentina con 43
dirigentes de Siglo XX y Catavi. La zona austral fue su residencia”.
Los objetivos de lucha fueron el “reconocimiento del CEN de
la FSTMB elegido en el XIII Congreso de la FSTMB en Siete Suyos (mayo de 1966),
reposición de sueldos y salarios, levantamiento de las zonas militares en los
campamentos mineros, devolución de las radios mineras y retorno de los
retirados por causas político sindicales”. Barrientos endureció su posición
ordenando el retiro de dirigentes de Huanuni y amenazó con el cierre de San
José. La persecución a los dirigentes fue implacable. César Lora intentó
esconderse en las comunidades indígenas del Norte de Potosí donde vivió su
infancia, pero fue ubicado y asesinado. Issac Camacho se refugió en interior
mina pero fue identificado por los espías del gobierno cuando salió a visitar a
su familia y apresado. La noticia provocó la reacción de los trabajadores
mineros que tomaron por asalto la Policía y la Alcaldía de Llallagua,
recuperados por tropas Ranger “Manchego” de Montero, provocando más de 80
muertos, el 20 de septiembre de ese año. Esta situación obligó a Pimentel regresar
clandestinamente a Oruro en diciembre. Reorganizó los sindicatos mineros y el
XIII Congreso de la FSTMB lo eligió Secretario General. La nación fue
sorprendida con la incursión de la Guerrilla del Ché en Ñancahuazú. La FSTMB
convocó a un ampliado en Silgo XX, para el 24 de junio de 1967, en el que debía
analizarse los dos temas: las guerrillas y el despido de dirigentes de Huanuni.
La respuesta de Barrientos fue brutal, desencadenando la “masacre de San Juan”.
José Pimentel escribe sobre ese hecho: “Irineo fue apresado, encarcelado en el
panóptico de San Pedro. Su encierro al igual que de varios dirigentes se
prolongó hasta diciembre de 1968. En este periodo la cárcel se convirtió en
sede de la FSTMB, se orientó la lucha de los sindicatos de base, se suscribió
pactos inter-sindicales y el pacto estudiantil, se denunció la represión y las
condiciones de miseria que se vivía en las minas”. Una huelga de hambre, forzó
a Barrientos a declarar amnistía política y los dirigentes recuperaron su
libertad.
La inesperada muerte de Barrientos y el derrocamiento de su
sucesor, el Dr. Luis A. Siles, por el Gral. Alfredo Ovando, antiguo aliado de
Barrientos, genera una coyuntura favorable para los trabajadores. La Federación
de Mineros es reconocida, dirigida por Irineo Pimentel que exige la
reincorporación de retirados y la reorganización de los sindicatos. El XIV
Congreso Minero de Siglo XX aprueba la Tesis Socialista, en cuya directiva
figura Irineo Pimentel. El Gral. Juan José Torres echa de palacio a Ovando y convoca
a la Asamblea del Pueblo, una especie de soviet nativo, en sustitución del
Congreso, que se trunca con el sangriento golpe de estado del Cnl. Hugo Banzer
(agosto 1971), apoyado por EE.UU.
La lucha contra la dictadura banzerista
Los sindicatos de base toman la sede de la Federación en La
Paz a la cabeza de Víctor López Arias y otros dirigentes entre ellos Irineo
Pimentel. Se crea el Fondo Complementario Minero, se recupera el Consejo de
Vivienda Minera y se participa en la administración de la Caja Nacional de
Seguridad Social, se lucha por el aumento salarial. El XV Congreso Nacional
Minero en Potosí ratifica a los dirigentes perseguidos (Lechín, Reyes y
Escobar) e Irineo continúa en CEN. En 1974 Banzer desconoce a los sindicatos e
impone coordinadores laborales en su reemplazo, situación rechazada por la
Federación. El dictador ordena la prisión de los dirigentes mineros Víctor
López, Alberto Jara, Irineo Pimentel y otros, en la carceleta de San Pedro y en
Chonchocoro, por desobedecer la Ley de Servicio Civil Obligatorio. La
resistencia minera organizada hace retroceder a la dictadura y los dirigentes
mineros son puestos en libertad.
Irineo Pimentel deja el CEN de la Federación y retorna a su
puesto de trabajo como planillero de la Oficina de Tiempos en Siglo XX. Su
récord de servicios señala que “habiendo concluido sus funciones den la
Federación de Mineros, se reincorporó a su sección de origen, en fecha 3 de
junio de 1976. Continuó en su trabajo hasta el 9 de junio del presente año,
fecha en que se declaró la “Huelga”, suspendiendo labores hasta el 4 de julio
del año en curso, ingresó al trabajo el día 5 de julio al reiniciar sus
actividades la Empresa y desde entonces su asistencia fue normal, hasta el 4 de
septiembre del año en curso”. Sin embargo, en septiembre 1976 fue detenido por
ayudar a su hijo José, que era perseguido, y es enviado al panóptico de San
Pedro. En la empresa, se le presta una generosa cuanto inesperada ayuda al
disponer, mediante telegrama expreso: “Vista su trabajador Irineo Pimentel se
encuentra detenido desde fecha 5/9/76 favor tomar nota que no se compute como
ausencia para efectos retiro por tratarse de impedimento de fuerza mayor Punto
Deben considerar simplemente licencia sin goce de haberes hasta nuevas
instrucciones”. Era el reconocimiento a su notable trayectoria como dirigente
de la gloriosa Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia.
El Archivo Histórico de la Minería Nacional, La Universidad
Nacional Siglo XX, el Ministerio de Trabajo, la Asociación de Fútbol de La Paz
y la Federación de Mineros rendirán un homenaje al 90° aniversario de
nacimiento de Irineo Pimentel Rojas y se descubrirá un busto en su memoria, en
la histórica Plaza del Minero, en Siglo XX, municipio de Llallagua, el 31 de
marzo y 1° de abril de 2017, respectivamente.
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1 En esa época su jornal era de Bs. 24,64.
2 Con un salario de Bs. 1.328,00.
3 1% niños pobres: Bs. 10,78, Paquete: Bs. 6.067,36, Cuenta
personal: Bs. 458,92, Televisor: Bs. 139,26 y Clínica dental: Bs. 690,00. Total
Bs. 7.346,32. Recibiendo un saldo de Bs. 43.170,91.
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