Butch Cassidy, nacido bajo el nombre de Robert Leroy Parker en 1866 y The
Sundance Kid, nacido bajo el nombre de Harry Alonzo Longabaugh en 1867 junto
con otros pistoleros fueron célebres ladrones de bancos que hicieron de las
suyas allá en el lejano oeste norteamericano y que un 6 de noviembre de 1908
(exactamente hace 100 años) fueron muertos en San Vicente, cerca de Tupiza
en Bolivia a manos de soldados del ejército nacional. Su historia es
fascinante.
Llevaron a cabo la sucesión de robos a bancos más larga en la historia de los
Estados Unidos. Su banda llamada “The Wild Bunch”, había asolado a grandes
terratenientes, empresas de ferrocarriles y bancos norteamericanos.
Sus asaltos perfectamente planeados no hacían correr sangre y llevaban los
botines hasta las manos de los pioneros más pobres del Oeste. Trenes, bancos y
remesas de los salarios de las minas en las Montañas Rocosas Occidentales les
valieron un total de $U$ 200.000 (equivalente hoy en día a 2.5 millones de
dólares) entre 1889 y principios de 1900.
“The Wild Bunch” también era conocida como el “Sindicato de Asaltantes de
Trenes”, la “Pandilla del Hoyo en la Pared” o “El Grupo Salvaje” y era
perseguida constantemente por una agencia de detectives llamada “The
Pinkertons” que llegaron a ofrecer $U$ 1.000 de recompensa por sus cabezas.
Antes de que puedan ser pillados, Butch y Sundance escaparon a Sud América
1901. Su destino inicial era Argentina pero tras pasar un tiempo en Chile,
fueron finalmente a parar a Bolivia donde vivieron “camuflados” como ganaderos
gringos durante buenos años. Eventualmente trabajaron como buenos empleados en
un pueblito llamado La Concordia hasta que a principios de 1908 Sundance con
unos tragos demás había alardeado públicamente sobre sus hazañas criminales
hecho que hizo que él y Butch se vean obligados a dejar sus empleos.
Luego de esto, se les atribuye a ellos el robo de una remesa de salarios de una
construcción del ferrocarril en Eucaliptus, al sur de La Paz. En realidad el
lugar fue asaltado dos veces en 1908. Según cálculos de periódicos, los
responsables del primer atraco, que ocurrió en abril, fueron “tres gringos que
habían sido empleados bajo contrato”.
Más tarde ese mes, aparecieron en Tupiza, un centro minero en el sur de Bolivia
donde intentaron robar un banco local tal vez para financiar su jubilación en
Santa Cruz. Butch y Sundance necesitaban un lugar para guarecerse mientras
planeaban nuevos golpes.
Butch había estado estudiando el banco en Tupiza. Por desgracia para ellos allí
estaba de visita un destacamento de soldados del Regimiento Abaroa, renombrada
unidad de nuestro ejército boliviano que se hospedaban en un hotel en la misma
plaza que el banco.
Frustrado y hasta las pelotas de esperar que los soldados se marchen del
pueblo, su pensamiento se concentró en una compañía minera llamada Aramayo,
Francke & Cía. que tenía minas en el área.
A pesar que su centro de operacion estaba en Quechisla a tres días hacia el
noroeste, la familia Aramayo vivía en Tupiza, y el dinero de las remesas
entraban por la oficina del pueblo.
A través de conversaciones sostenidas con un empleado desconocido de Aramayo,
Butch se enteró que un encargado pronto estaría llevando a Quechisla una remesa
de 80.000 pesos bolivianos (medio millón de dólares hoy en día.
Finalmente se concretó el robo. El 3 de noviembre de 1908, en proximidades de
San Vicente en el sur de Bolivia. Mineros, autoridades y soldados hicieron
permanentes patrullajes y vigilias para dar con el paradero de los ladrones.
Butch y Sundance habrían pasado por Oruro que en ese entonces era una ciudad
poblada por miles de residentes extranjeros entre los cuales pudieron pasado
desapercibidos. Por cierto, Oruro también fue la última dirección postal de
Sundance.
Tres noches después, el 6 de noviembre fueron pillados en San Vicente, en una
casa en la que estaban alojados. Fueron rodeados por un pequeño grupo de
personas incluído el alcalde local. Con ellos estaba un grupo de oficiales del
ejército y soldados que contaban con armamento de mayor potencia de fuego y
alcance. A continuación se desencadenó un tiroteo.
Durante un alto en el tiroteo seguido por el grito de un hombre y luego otro
disparo, los militares rodearon el sitio hasta la mañana siguiente cuando con
precaución entraron a la casa y encontraron dos cuerpos, ambos con numerosas
heridas en los brazos y piernas. Uno tenía una herida de bala en la cabeza y el
otro un agujero en la sien. Aparentemente ambos se suicidaron pero las balas
disparadas por los uniformados habían penetrado puertas, ventanas y muebles que
se encontraban adentro.
Los cuerpos fueron llevados al cementerio local de San Vicente donde se los
enterró cerca de la tumba de un minero alemán.
Versiones hay muchas acerca de la historia de Butch y Sundance. Puede que la
que acabamos de ver no sea la verdadera aunque es la que más se acerca a la
realidad.
Y no podían faltar en el cine. La película más célebre basada en la historia de
estos dos fue un western filmado en 1969: “Dos hombres y un destino” que cuenta
la historia de los famosos ladrones de banco norteamericanos Butch Cassidy
interpretado por el recientemente fallecido Paul Newman y su compinche The
Sundance Kid interpretado por Robert Redford.
La película popularizó la leyenda de estos personajes que fueron íconos del
lejano oeste. El filme ganó tres premios Oscar y afianzó la fama de Paul Newman
y Robert Redford en el mejor momento de sus carreras.
Por: Carlos Pally, 22 de Noviembre de 2008 carlospally.wordpress.com
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