Desde hace décadas, el Partido Obrero Revolucionario (POR),
pasa sobre el gobierno nacionalista de Gualberto Villarroel (1943-1946) con un
salto de garrocha. Aunque Guillermo Lora (GL), el eterno jefe del POR, hable
con ligereza de la "nefasta herencia del viejo POR"(G.L."La
Revolución Boliviana" Editorial Difusión, La Paz Bolivia, Pag. 21), o
añada que "Los grupúsculos poristas de los centros urbanos se movían bajo
la poderosa presión del pirismo"(o estalinismo) (Ob. Cit. pag.8 ), se
detiene en el tema lo menos posible y, cuando puede, da a entender que el POR
poco tuvo que ver con el holocausto y que la participación de esta entidad
supuestamente revolucionaria fue marginal.
Lo evidente es que el POR comenzó a combatir a Villarroel
desde el día que subió al poder; lo combatió sañudamente durante todo su
gestión; participó activamente en la preparación y ejecución del colgamiento,
impidió la reacción popular contra el régimen recientemente instaurado para
terminar pidiendo participación en el nuevo Poder Ejecutivo.
El comprender la primera gran traición del POR, que
confundió a la opinión pública al proclamarse seguidor de León Trotsky,
facilita la explicación de sus futuras traiciones. Su actuación es además
trascendente porque funda, por así decirlo, una suerte de jurisprudencia a la
que se remiten luego, consciente o inconscientemente, todos los grupos que
desde posiciones dogmáticas y exclusivamente clasistas sirven una y otra vez
los intereses imperialistas. Así ahogan permanentemente procesos de liberación
nacional, en lugar de defenderlos y profundizarles hasta la meta socialista.
EL POR FRENTE AL RÉGIMEN VILLARROEL - PAZ ESTENSSORO.
El POR, en manifiesto difundido el 21 de diciembre de 1943,
al día siguiente del derrocamiento del general Enrique Peñaranda, defensor de
la Gran Minería y del Latifundismo, decía: " Los nazis criollos pregonan
su triunfo"....."Un grupo de ambiciosos, militares y civiles, se han
apoderado del poder después de un pintoresco golpe de mano"......."El
capitalismo, en su labor de rapiña colonial, precisa partidos de estructura
nazista como el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR")..."Las
tres o cuatro medidas con que nos salga el MNR no serán revolucionarias, sino
esencialmente capitalistas", (Revista "Octubre", Bs.As. Marzo
mayo 1947, Editada por Frente Obrero).
En principio, cabe destacar la coincidencia de opiniones
entre POR y el Departamento de Estado de EEUU, los barones del estaño, el
latifundismo y el PIR, que, como sabemos, nunca fue ni izquierdista ni
revolucionario. Baste recordar que terminó sus días co-gobernando con el
régimen del general “boina verde” René Barrientos Ortuño, impuesto por el
Pentágono (1964-1968).
El vigoroso apoyo que en 1938 brindó Trotsky a la
nacionalización del petróleo mexicano, impulsada por el presidente Lázaro
Cárdenas, no significó nada para los poristas. Lora fue incapaz de observar que
"en los países coloniales y semicoloniales, el enemigo principal de la
nación en su conjunto es el imperialismo; por esta razón, además del
proletariado y de la pequeña burguesía disputan a la metrópoli su rol
dominante. En esta lucha, estas clases necesitan aliarse con el proletariado
para rechazar al imperialismo pero lo hacen teniendo en cuenta sus propios
objetivos (Periódico "Octubre". abril-mayo de 1974, La Paz-Bolivia).
De esta manera, Villarroel, en alianza con un partido
nacionalista, como fue el MNR, levantó las banderas industrialistas ante la
inexistencia de una burguesía nativa. El imperialismo impidió concretar esos
objetivos con el apoyo de sectores seudoizquierdistas, como el POR, que, al
plantear consignas socialistas abstractas, impide el avance nacional y democrático
en países sometidos como Bolivia. El POR levantó las consignas de una
revolución imposible para detener la revolución posible. Hablaba abstractamente
de socialismo para oponerse concretamente a la lucha anti-imperialista. Y como
el imperialismo está interesado en que la clase obrera no levante banderas
nacionales y democráticas, el POR, al coincidir con ese punto de vista,
demostró su raíz cipaya que no abandonó durante toda su existencia.
CONSECUENCIAS DE LA INCONSECUENCIA
El POR, al no entender la cuestión nacional (la lucha contra
el imperialismo), no valoró la defensa de las materias primas que desde el
periodismo hizo el MNR, no dio importancia al decreto del Teniente Coronel
Germán Busch, del 7 de junio de 1939 (por el que se obligó a los Barones del
estaño a depositar sus divisas en el Banco Central), ni captó las consecuencias
del repudio a Peñaranda que impulsó el MNR en el Parlamento. Lo anterior
provocó la caída del régimen de Peñaranda que había masacrado, en diciembre de
1942, a los mineros de Catavi.
Uno de los más altos dirigentes del POR, Ernesto Ayala
Mercado, publicó, en 1948, el folleto "Enjuiciamiento del régimen
Villarroel - Paz Estensoro". (Imprenta Universitaria. Cochabamba Bolivia,
1948), en el cual lanza esta afirmación: “Busch, por su ascendencia germana y
su peculiar temperamento, era un nazifascista". (pag 28). Al comentar la
célebre interpelación parlamentaria del MNR al gabinete Peñaranda, por la
masacre de Catavi, sostiene que el PIR, en su vengativo afán de ridículo castigo
(a la rosca minero-latifundista) hizo que el jefe estalinista (José Antonio
Arce) estuviera muy por detrás del jefe "nazi" (Víctor Paz
Estenssoro). Las categorías euro céntricas del POR para analizar la realidad
nacional emergen a cada momento. Ayala Mercado, después de abandonar al POR, se
convirtió en seguidor de Paz Estenssoro (el jefe "nazi") para
terminar sirviendo al régimen de Banzer. Así el POR tipificó de nazis a Busch
(por su ascendencia y temperamento"), Villarroel y Paz Estenssoro.
TREINTA MESES DE CONTRAREVOLUCION
La posición adoptada por el POR al día siguiente del triunfo
Villarroelista no cambió en los 30 meses siguientes, que culminó con el golpe
que lo derrocó. Ante la imposibilidad de negar el cariño que sentían los
trabajadores del subsuelo por Villarroel, el simpatizante porista, Esteban Rey,
lanza esta curiosa versión : "Cuando los mineros decían, ¡ viva
Villarroel! vivaban (sic) la disminución de horas de trabajo, la indemnización
por despido, la escala móvil de salarios y horas de trabajo...." (Esteban
Rey: en Bolivia la Revolución empieza ahora; Editorial la vanguardia, febrero
de 1947 Buenos Aires, Pg. 137".
Como es obvio, el proletariado minero tenía el suficiente
sentido común para diferenciar a un gobierno que disminuía horas de trabajo,
indemnizaba por despido y ponía en vigencia una escala móvil de salarios, del
régimen que lo precedió y que protagonizó la matanza de Catavi. No es extraño,
en consecuencia, que hoy (1976), al cabo de tres décadas, varios distritos mineros
tengan en sus plazas principales monumentos en memoria de Villarroel.
EL POR, EL ESTALINISMO y LA DEMOCRACIA COLONIAL
La revista "Octubre", transcribe estos párrafos
del informe presentado a la IV Conferencia del POR, en diciembre de
1945;..."El 20 de diciembre de 1943 (día del triunfo de Villarroel), se
consolidó virtualmente un gobierno de tipo fascista en el país. Hizo labor
reformista, características del advenimiento nazi que concede reformas sociales
para luego, después de haber ganado el apoyo de las masas, explotarlas con más
fuerza y lanzarlas a crudas matanzas; también instauró una dictadura de
partido, suprimió las garantías democráticas y la ley de la Cachiporra causó
muchas bajas; trató por todos los medios de suprimir a la oposición, inclusive
llegó a promulgar una ley prohibiendo el anonimato de prensa".
En esos momentos, el jefe del estanilismo argentino,
Vittorio Codovilla, próximo a pactar con el embajador de EEUU, Spruille
Branden, para derrocar a Perón, escribía: “La característica de los gobiernos
nazifacistas en todos los países es la de agitar los problemas políticos y
sociales más candentes, y por cuya solución luchan las masas, y presentarse
ante estas contra los intereses que en realidad están defendiendo".
(citado por Raúl Ruiz González en "El Prometeo de Los Andes " Edit.
Platina Bs.As. 1961)
El POR, en consecuencia, coincidió con las posiciones
reaccionarias, al lamentar la "supresión de garantías " reclamadas
por la conspiración rosquera. La coincidencia del POR con el estanilismo
alcanzó al campo teórico donde Lora y Codovilla - como se prueba por las citas
precedentes - dictaban cátedra sobre nazismo y perorando sobre un nazismo
semicolonial inexistente.
LORA Y EL IMPERIALISMO: “HABIA QUE TERMINAR CON EL
DESGOBIERNO DE VILLARROEL”
En su descargo, el POR dice que, a diferencia del PIR, no
pactó con la rosca y que no formó parte del denominado Frente Democrático
Antifascista, es decir, del instrumento que sirvió para derrocar a Villarroel.
Esa apreciación es falsa. Si bien el rosco-pirismo asumía posiciones
pro-norteamericanas, el POR atacaba a Villarroel por la espalda, al acusarlo de
reaccionario y estar al servicio de intereses antinacionales.
El imperialismo, la rosca minera y el latifundismo
censuraban a Villarroel por lo que hacía. El estalinismo y el porismo lo
atacaban por lo que era incapaz de hacer. Esta situación esta bastante bien
reflejada por Ayala Mercado, quién sostiene que “Villarroel sufrió la presión
combinada de la feudal-burguesía... y del proletariado que pretendía rebasar
los objetivos nacional-burgueses. Corrientes tan opuestas - y sin embargo tan
coincidentes- determinaron su vertical y comprensible caída (ob. cit.pag.74)
Lo anterior trae a la memoria las palabras de Guillermo
Lora, pronunciadas el 8 de Mayo de 1965, en conferencia dictada en la
Universidad Mayor de “San Andrés” (UMSA). En esa oportunidad, el jefe del POR
dijo: "Llegó un momento de la evolución política en el cual los
revolucionarios marxistas y los imperialistas norteamericanos arribaron a la
misma conclusión: había que acabar con el desgobierno del MNR”. (Céspedes
"El Presidente Colgado". Segunda edición; Editorial Juventud. La Paz
Bolivia pag. 233)
El lV Congreso de la Internacional Comunista, al que los
poristas gustan referirse, al tocar el tema del Frente Unico Antiimperialista,
sostuvo: "El proletariado apoya y levanta reivindicaciones parciales...en
tanto que la correlación de fuerzas existentes en la actualidad no le permite
plantear la realización de su programa sovietista ("Los cuatro Congresos
de la Internacional Comunista" (Cuadernos de Pasado y Presente segunda
Parte, No.47 pag. 232 Cordoba, Argentina).
EL POR BLOQUEO EL RESPALDO MINERO A VILLARROEL
Luego que el estalinismo enfrentó a Villarroel con las capas
medias (estudiantes, universitarios y maestros) el POR buscó por restar a Villarroel
el apoyo de los mineros.
El periódico "El Militante", de febrero de 1947,
vocero oficioso del POR en Buenos Aires, comenta esta situación en los
siguientes términos: “Ha sido el POR el único partido que organizó una
oposición al gobierno fascistizante". "fueron los militantes
trotskystas -encabezados por Guillermo Lora- quienes infringieron la mayor
derrota política que ha sufrido el MNR en el tercer Congreso de trabajadores
mineros, en Llallagua (marzo de 1946), como alguien dijera en la boca del lobo.
Los trotskistas constituyeron la sensación y revelación del Congreso y de
aquella fecha, en realidad, data la vida del POR como partido político y como
vanguardia proletaria"...
"El tercer congreso constituyó una derrota aplastante
para el movimientismo. Bastó que expusieran su oposición revolucionaria
representantes obreros trotskistas para arrastrar a toda la masa trabajadora.
Inmediatamente después, fue aprobado un temario de lucha revolucionaria, cuyos
puntos eran:...."formación de un bloque obrero anticapitalista, frente
único proletario".
He aquí el origen del POR. Emerge como brazo izquierdo del
imperialismo para derrocar a Villarroel. Nace preocupado por aplastar a un
gobierno nacional y popular, para luego ayudar a sustituirlo por un gobierno
represivo, impuestos por el imperialismo.
Conviene recordar la fecha del décimo primer Congreso Minero
de Llallagua: Marzo de 1946. Ya para entonces el gobierno de Villarroel y el
MNR habían detectado dos golpes derechistas. El primero tuvo lugar cuatro meses
después del derrocamiento de Peñaranda, vale decir en abril de 1944. En esa
oportunidad cayeron presos connotados personajes de la rosca
minero-latifundista, como Mauricio Hoschild y Enrique Hertzog. El 20 de
noviembre de 1945, hubo otro conato golpista, fruto del cual la logia Razón de
Patria (RADEPA), a la que pertenecía el Presidente, ejecutó, sin su
conocimiento, a seis dirigentes de la oposición derechista, que fueron
arrojados luego al precipicio de Chuspipata (camino a los Yungas, de La Paz).
Ese injustificable crimen político aceleró la conspiración rosquera, con la
inclusión del estalinismo y del POR.
EL POR EN LA EJECUCION DEL GOLPE
El POR no solo tuvo papel protagónico en la preparación del
golpe, sino también en su ejecución material. El porismo se constituyó en el
impulsor del denominado Comité Obrero Revolucionario. Esta entidad, en
documento difundido el 20 de Julio de 1946, un día antes del colgamiento,
decía: “¡Viva la huelga general!... ¡acción directa de masas para derrocar a
los bárbaros pardos!... ¡la lucha de clases ha llegado a su agudización!; es
urgente cambiar la estructura social del país; no más gobiernos sirvientes del
capitalismo internacional". (Esteban Rey: ob. cit.pag.74).
Este no es el lenguaje del pirismo, cuyos dirigentes se
limitaban a hablar de “garantías democráticas" a fin de hacerse gratos a
los ojos de Estados Unidos e Inglaterra. El párrafo trascrito está inserto, por
tanto, en el más puro dogmatismo del POR.
Pero el POR buscó aliados para concretar sus objetivos. Y
así como el pirismo encontró en la Unión Democrática Antifascista (UDA), el
puente para unirse con la rosca, el porismo halló en los Comités Tripartitos
(estudiantes, obreros y maestros) el cordón umbilical para absorber el plasma
sanguíneo del estalinismo nativo.
Tres dirigentes del Comité Tripartito hablaron en la manifestación
universitaria opositora del 10 de Junio de 1946. Al lado del principal orador
antivillarroelista, el pirista Mario Miranda Pacheco (hoy dirigente del Partido
Socialista de Bolivia, junto a Marcelo Quiroga Santa Cruz) se encontraban
dirigentes del POR.
Dos días antes del golpe, el 19 de julio, la Federación
Bancaria, dirigida por los dirigentes del POR, Edwin Moller (ahora alto
dirigente el PRIN, que dirige Juán Lechin Oquendo) y Víctor Villegas, decretan
la huelga nacional de trabajadores bancarios. (Luís Peñaloza: "Historia
del MNR 1941-1952. Dirección Nal. de Informaciones. La Paz, Bolivia; 1963 pag.
91).
Y el 21 de Julio, día de oprobio y luto para el pueblo
boliviano, dirigentes del Comité Tripartito, encabezados por Villegas, ocuparon
radio "America" desde donde -según testigo entrevistado por Esteban
Rey- "se dirigió virtualmente la revolución del 21 de julio" (ob.
cit. pag. 22).
EL POR CREE QUE HA PREPARADO LA REVOLUCION PROLETARIA
Una vez que el lacerado cuerpo de Villarroel colgaba en la
horca ante la mirada risueña del imperialismo, el purismo considera que ha
preparado las condiciones para la revolución proletaria.
El 22 de julio de 1946, el Comité Obrero Revolucionario
lanza la siguiente proclama: “La caída el gobierno nazi-fascista de Villarroel
marca la epopeya más gloriosa de la lucha de clases puesta de manifiesto en las
grandes jornadas del 18 al 21 de julio, demostrando hasta que punto pueden
luchar las clases oprimidas por conquistar su libertad”..."De hoy en adelante
los trabajadores unidos y armados lucharemos por instaurar la ASAMBLEA DEL
PUEBLO....¡ abajo la criminal burguesía y sus sirvientes !!! ¡¡ mueran los
masacradores del pueblo !!! ¡¡ viva la Asamblea Popular !! (citado por Liborio
Justo, escritor de tendencia trotskysta, en su libro "Bolivia: La
Revolución Derrotada", Edit. Juárez, Bs. As. segunda edición, 1971, Pags.
150-151).
Obsérvese que el ingenio de Lora es muy limitado. En 1971,
reincidió en su intento de instaurar la llamada Asamblea Popular, de manera
vertical y postiza, coadyuvando así al derrocamiento del General Juan José
Torres. Como un sarcasmo del destino, los poristas votaron entonces en favor
del ingreso del MNR unificado entre Paz Estensoro y Hernán Siles Zuazo mediante
el “Pacto de Lima”, al denominado Comando Político de la Clase Obrera y del
pueblo, que sirvió de antesala a la llamada Asamblea Popular. Así el POR se
lanzó contra el MNR cuando este partido asumía posiciones nacionalistas y lo
apoyó cuando este se había convertido en la principal carta del imperialismo.
Después de coadyuvar al colgamiento de Villarroel, el POR se
admira de los acontecimientos reaccionarios que desató. Le parece inconcebible
que el presiente de la Junta de Gobierno, Tomás Monje Gutiérrez, quien estaba a
la cabeza de la Corte Suprema de Justicia, hubiera dispuesto el reforzamiento
del ejército. Lora no entendió que la consigna ¡abajo la bota militar!, era
válida mientras Villarroel estaba en el gobierno. Inmediatamente después se
tornó obsoleta. Tan es así, que ante la ingenua sorpresa del POR, Monje
Gutiérrez decretó, como primera medida, la reincorporación a las FFAA del
General Enrique Peñaranda. El POR había contribuido también a restituir a la
institución castrense al responsable de la masacre de Catavi.
Pese a lo anterior, el simpatizante del POR, Estebán Rey,
todavía teoriza sobre la “dualidad de poderes", otorgando ciertas
posibilidades al golpe ultra reaccionario del 21 de julio, ya que podría
transformarse en "revolucionario” y “socialista"(ob, cit.pag.147).
EL POR y LECHIN PARALIZAN AL PROLETARIADO MINERO
En lugar de las abstrusas utopías, los mineros propusieron
algo más concreto: Armarse y marchar sobre La Paz para defender al gobierno. De
acuerdo a informe del 23 de julio y citado por Ernesto Ayala Mercado, en
Llallagua, 10.000 obreros desarmaron al regimiento " Colorados" y se
incautaron de 80 cajones de dinamita. Juan Lechín Oquendo, Mario Torrez y
Nelson Capelino (este último dirigente del POR), se encargaron de detener la
lucha de los mineros en contra del golpe.
Los universitarios poristas que llegaron a Llallagua
consiguieron maniatar a la clase obrera con el argumento de que había que
luchar no por la defensa de un régimen nacionalista, como el de Villarroel,
sino contra el capitalismo, a través del Frente Unico Proletario. (Ob. Cit.,
pag.107). La referencia de Ayala Mercado deja constancia que la movilización
que se produjo en Llallagua fue solo una parte de una movilización mucho mayor
producida en todos los distritos mineros, y en extensos sectores del agro
boliviano.
Que esa lucha era positiva, es un hecho reconocido por el
propio Lora, cuando escribe: "El autor de estas líneas tiene un recuerdo
vivido de la forma en que los mineros recibieron el 21 de julio. Justo al
retornar de su refugió (fue uno de los perseguidos por el régimen
movimientista) dice - Lora ( no sería seguramente por apoyar a Villarroel
(ASR), tocó obligadamente siglo XX y se informó que lo trabajadores se habían
organizado en batallones con intención de marchar sobre las ciudades. Si esto
hubiese ocurrido; la consecuencia inmediata habría sido acentuar la lucha por
un programa revolucionario que politicamente era más avanzado que el del MNR y
su régimen gubernamental". (Guillermo Lora:Ob. Cit. pag.8).
Pero ni el POR ni Lechín entendieron el sentimiento popular
de los mineros. Mientras el POR participaba del colgamiento, Lechín había
viajado un día antes a La Paz para comunicar a Villarroel que "los mineros
le retiraban su apoyo". Las movilizaciones del proletariado minero
desmintieron, pocos días después, la cínica maniobra del burócrata.
EL POR PIDE PARTICIPAR EN EL NUEVO REGIMEN
El 29 de julio de 1946 (8 días después del colgamiento) la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y la Federación
Universitaria de Oruro suscribieron un pacto para demandar su participación en
el nuevo gobierno. El punto décimo del pacto, dice: "Los trabajadores
estarán representados en la Junta de Gobierno por un elemento designado en
forma democrática por las organizaciones sindicales, FSTMB, ferroviarios,
fabriles, gráficos, chóferes y otros". Firman el convenio Juan Lechín
Oquendo y Mario Tórrez, por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros. Por
la Federación Universitaria de Oruro, el principal dirigente porista en esa
ciudad, Fernando Bravo. (Esteban Rey: Ob.Cit.Págs 138 y 139).
La Junta no aceptó la exigencia, pero ofreció a Bravo la
Jefatura de Policías de Oruro, quién la rechazó. No obstante, la proposición
del nuevo gobierno demuestra hasta donde el rosco pirismo tenía confianza en sus
cómplices del POR.
Este es, indudablemente, el punto más alto de la traición
porista a la causa nacional y popular. Ese POR que miró con repugnancia al
gobierno de Villarroel, el que, según Lora, tenía que ser desenmascarado por
reaccionario ante los ojos del proletariado, pedía, a través de dirigentes de
su partido, estar representado en el nuevo régimen apadrinado por el
imperialismo.
Con esa conducta, el POR y el PIR perdieron la confianza
obrera. Si el estanilismo había traicionado con el postulado de la "unidad
nacional", es decir, de la coalición con la derecha, el POR obtuvo el
mismo resultado con su planteo de Frente Unico Proletariado.
Es indudable que en aquella fase de la lucha liberadora, el
MNR fue la expresión más avanzada del movimiento popular. El MNR, al aglutinar
a obreros y campesinos, a las capas medias, profesionales y sectores
progresistas de las FFAA, fue, en ese momento histórico, la organización
revolucionaria posible en la semicolonia Bolivia. El deber de los partidos que
se decían revolucionarios era apoyar a Villarroel y al MNR, conservando su
independencia ideológica y organizativa. Tal organización hubiera sido capaz de
ganar la confianza de la nación oprimida, para luego jugar roles decisivos en
los futuros acontecimientos históricos.
GUILLERMO LORA REFUTA A GUILLERMO LORA
Podría preguntarse si el POR ha tenido capacidad
autocrítica. La respuesta es negativa. El 8 de noviembre de 1946, en medio de
la tremenda derrota nacional y popular, el POR consiguió que se aprobara la
denominada “tesis de Pulacayo", en la que se afirma que en "el 21 de
julio existió una situación Revolucionaria".
El capítulo noveno de la mencionada tesis, insiste en la
consigna del Frente Único Proletario. En ella sostiene que frente “a la consigna
burguesa de Unidad Nacional" oponemos el Frente Unico
Proletario....."Porque utilizamos los métodos de la revolución proletaria
y porque no nos salimos del marco de la lucha de clases es que forjamos el
Frente Único Proletario". Tal situación revolucionaria sólo existió en la
mente de Lora, ya que la consigna del FUP no fue lanzada por el POR contra el
gobierno rosquero instaurado después del 21 de julio, sino para combatir a
Villarroel, en el congreso de mineros realizado en Llallagua en marzo de 1946,
es decir antes de su derrocamiento.
Los poristas han sostenido que en 1946, todo aquel que no
aceptaba el FUP estaba condenado a formar parte del Frente rosco - pirista de
"Unidad Nacional". Tal disyuntiva es incorrecta. El propio Lora, en
el numero 407 del periódico "MASAS" (órgano oficial de POR), de marzo
de 1972, dice: "La táctica del Frente Unico Anti-imperialista fue adoptada
por el IV Congreso de la Internacional Comunista".... “la internacional
comunista, agrega "Masas", había adoptado la consigna del Frente
Unico
Proletario para los países capitalistas desarrollados. El
Frente Unico Anti-imperialista corresponde a las regiones donde la burguesía
nacional o su sucedáneo pequeño burgués comienza a movilizar a las masas detrás
de consignas anti-imperialistas".
De donde resulta, con meridiana claridad, que frente a la
posición roscopirista de la unidad nacional y ante la consigna sectaria del
“Frente Unico Proletario”, lo que correspondía era plantear el Frente Unico
Anti-imperialista, conjuntamente con Villarroel y MNR, a fin de detener el
golpe del imperialismo.
Lora, en consecuencia, resulta ser uno de esos personajes
que enseñan lo contrario de lo que hacen. De ahí que no sorprenda esta nueva
muestra de sus contradicciones.
En "Masas", número 416, (Octubre de 1972), se
encuentra esta otra joya: "Hay una cuestión que interesa de manera directa
al movimiento revolucionario y es la sañuda y sistemática lucha contra los
movimientos y los gobiernos nacionalista por parte del imperialismo y de la
derecha reaccionaria criolla"... "El movimiento revolucionario no
sólo que rechaza esa campaña sino que está en el deber de salir en defensa del
gobierno nacionalista frente a ella".
El artículo citado titula nada menos que "Significado de
la experiencia de 1946". Luego añade: "Los rasgos totalitarios del
gobierno nacionalista no pueden justificar el desplazamiento de los marxistas
hasta la trinchera reaccionaria y pro-imperialista".
Si lo que dice es correcto, ¿dónde estuvo el POR frente a la
conspiración rosquear? ¿Acaso no conspiró contra Villarroel a través de los
Comités Tripartitos? ¿No pidió su incorporación a la Junta de Gobierno, a
través de su dirigente Fernando Bravo? ¿No es evidente que, en lugar de
organizar la defensa de ese gobierno, sus dirigentes viajaron a las minas para
impedir que los obreros defendieran a Villarroel?
LORA, UNA CAJA DE SORPRESAS
Pero las sorpresas que Lora puede brindar son inagotables:
"El MNR -dice Lora - no podía recoger la herencia de Villarroel porque
rompió con él, el 19 de Julio de 1946" (Ob. Cit. pag.31). Es evidente que
la presión conspirativa hizo que Villarroel dispusiera la salida del MNR de su
gabinete, dos días antes de su caída, creyendo ingenuamente que así detendría
la conspiración rosquera. Pero no toma en cuenta que el MNR estuvo junto a
Villarroel durante todo su gobierno y que impulsó la mayor parte de las leyes
que favorecieron al movimiento obrero. Si el MNR no reclama esa herencia,
evidentemente el POR no iba a quedarse con élla, después de su participación en
el colgamiento.
Lora, en la obra citada (pag.8) sostiene: "Nuestro
objetivo en ese momento era concreto: Rectificar algunas desviaciones en las
que habían caído ciertos dirigentes poristas".
¿En qué consistieron esas "desviaciones"? ¿Quiénes
fueron los que incurrieron en ellas? ¿Cuáles fueron las conclusiones a las que
arribaron para no volver a caer en las actitudes pro-imperialistas del 46?
Estas y otras preguntas quedaron sepultadas en la incapacidad de autocrítica del
porismo o, lo que es lo mismo, en su incapacidad para cambiar de rumbo.
Solo de manera muy genérica, Lora dice: "Fue necesaria
la presencia de quienes estábamos actuando en las minas"...."para
superar tan peligrosa como contra-revolucionaria postura"..."para
rectificar la línea del partido hubo en Oruro una reunión nacional trotskista,
inmediatamente después de los acontecimientos de julio" (Ob.Cit. pag.10).
Esa apreciación demuestra que Lora miente inclusive cuando se autocrítica.
La frase citada da a entender que los militantes poristas de
las minas (con él a la cabeza) comprendieron el peligro del golpe rosco-pirista
y no contribuyeron al colgamiento.
Sin embargo el simpatizante trotskysta, Liborio Justo, juega
a Lora una mala pasada, cuando relata que fue justamente Lora quién encabezó la
lucha antivillarroelista, en marzo de 1946, cuando la conspiración rosquera ya
estaba a punto de culminar. Si lo que Lora dice es cierto, ¿cómo explicar
entonces que la tesis de Pulacayo, de noviembre de 1946, siga hablando de la
situación revolucionaria del 21 de julio? ¿Cómo comprender que en 1947, Ayala
Mercado continúe calificando a Villarroel de nazi?
EL JUICIO INAPELABLE DE LA HISTORIA
Lora sostiene que los "colgadores del POR", han
abandonado su partido: Ayala Mercado se fue al MNR; Víctor Villegas al partido
Socialista de Marcelo Quiroga; Edwin Moller al PIR y Fernando Bravo fue uno de
los que dividió el POR, después de 1952, junto con Hugo Gonzáles Moscoso. Lora,
no obstante evita ,no dice que en todos los casos los expulsados o renunciantes
el POR salieron no por participar en el colgamiento, sino por razones
posteriores y diferentes al tema aquí tratado.
Tengamos presente que los tres sectores en que se dividió el
POR (El POR Lora; El POR Gonzáles; El POR Amadeo Vargas o Posadista);
reivindicaron por igual la tesis de Pulacayo y la actuación porista frente a
Villarroel. En consecuencia, sus discrepancias actuales no tienen nada que ver
con su común origen antinacional.
Ningún partido que aspire a ser vanguardia de un proceso
liberador puede coincidir con el imperialismo. Por el contrario, tales partidos
quedan signados con el calificativo de traidores a los procesos de liberación
nacional. Y en ese sentido el POR no fue la excepción.
Nota del editor.- El presente texto fue escrito en mayo de
1976, en Buenos Aires, Argentina, donde su autor se hallaba exiliado por el
régimen del general Hugo Banzer Suárez. Fue distribuido a los militantes de la
Izquierda Nacional en Bolivia. Desde entonces, quedó inédito hasta el presente.
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