Por: Verónica Salomé Colque Jiménez - Estudiante de la
Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés / 18 de Febrero de
2014 - http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=3277 // Foto: Hilarion Daza.
Chasqui, mensajero, postillón, estafeta, “El Goyo”, son los
distintos denominativos que se ha dado al personaje que, tras la ocupación de
Antofagasta el 14 de febrero de 1879, tuvo la importante misión de trasladarse
a la ciudad de La Paz para informar lo acontecido al Presidente Hilarión Daza.
Para ésta época el territorio boliviano contaba con escasas rutas, caminos de
herradura y un incipiente telégrafo en la costa, sin embargo estos sistemas de
comunicación tenían la terrible desventaja del tiempo. El mapa de Bolivia de
1859 [1] permite observar rutas zigzagueantes, surcadas por caminos de herradura,
que encuentran su complejidad por la abrupta característica de los distintos
terrenos. A todo lo señalado se suma el tiempo que implicaba el trasladarse de
una región a otra.
Frente a la realidad de la invasión chilena y las limitadas condiciones en los
sistemas comunicativos, se empleó la tradición prehispánica del correo andino:
“El Chasqui [2]”. A pesar de los cambios estructurales producto del periodo
colonial y republicano esta tradición continuó ya que para fines de del siglo
XIX, fue sino la única, la mejor alternativa para informar al Presidente daza
lo acontecido en el Puerto de Antofagasta.
No se tienen datos personales del indígena Gregorio Collque, no se tiene
conocimiento de su lugar de origen y año de nacimiento, lo cierto es que este individuo
debió poseer las condiciones físicas y el conocimiento necesario de la
topografía de la región, rutas de conexión y atajos, para que se le hubiera
encomendado la tarea de trasladarse hasta la ciudad de La Paz, recorriendo
alrededor de 76 leguas [3] en seis días, desplazándose por desiertos, llanuras,
cerros, cordilleras nevadas, quebradas y ríos con la única y sagrada misión de
llegar a la brevedad posible a la Paz, para informar al presidente Daza de la
invasión del Litoral boliviano.
Este mensajero recorrió senderos que en parte fueron propios del “Qapac Ñan” o
Camino real (de gran importancia para el gobierno incaico en su labor de
controlar el vasto territorio del Tawantinsuyu). Collque se trasladó utilizando
los medios existentes en cada lugar, en su titánico recorrido a pie para llegar
lo antes posible a La Paz.
Para tener un panorama más amplio de la ocupación de Antofagasta por buques y
tropas del ejército chileno, de la participación de Gregorio Collque y el
oportuno accionar del Presidente Daza, a quien se responsabilizó y aún se
responsabiliza de no haber actuado inmediatamente en contra del invasor, es
necesario conocer la relación de cada uno de estos hechos que terminaron por
privar al Territorio de Bolivia de su cualidad marítima.
Días anteriores al 14 de febrero, en la costa boliviana, irrumpió un buque de
guerra chileno transportando tropas de ocupación, con el propósito de invadir
el territorio nacional, sin previa declaratoria de guerra. A partir de ese
hecho se produjo un intercambio de correspondencia entre el Coronel Sotomayor,
responsable del ejército chileno, y el Prefecto del Litoral Coronel Severino
Zapata. Sotomayor en una de sus misivas instruyó que los habitantes de
Antofagasta abandonen el puerto dejando sus armas de modo pacífico. Ante una
realidad que reflejaba la superioridad del ejército chileno, en población y
armamento, el Cnl. Zapata no tuvo más alternativa que abandonar el Puerto. Es
en estas circunstancias que el viernes 14 de febrero se produce la ocupación chilena
sin declaración de guerra. El domingo 16 de febrero a las cuatro de la tarde,
enarbolando bandera boliviana, llegó el vapor “Amazonas” en el que esa misma
noche se embarcaron varios ciudadanos bolivianos, entre ellos Zapata, rumbo a
Arica. Tres días después, el miércoles 19 de Febrero, en Arica se encontraron
el Cnel. Zapata y el Cónsul boliviano Manuel Granier quien desde Tacna se
trasladó a este puerto para confirmar la noticia que llegó por telégrafo,
mensaje enviado desde Iquique, que daba cuenta de la invasión. Granier enterado
de la situación redactó una correspondencia urgente para el gobierno con la
intención de que ésta llegue lo antes posible a La Paz. Es en estas
circunstancias, evaluando la manera más rápida de informar al gobierno, se decidió
encomendar esta tarea al Chasqui indígena Gregorio Collque, quien partió rumbo
a la ciudad de La Paz a primeras horas del día jueves 20 de febrero.
Desde Tacna se traslado hasta Palca recorriendo 11 leguas. Geográficamente la
región presenta deformaciones y poca vegetación. El día viernes 21 se desplazó
de Palca a la posta de Uchusuma recorriendo 14 leguas. No conocemos las
vicisitudes que tuvo que pasar ya que en la frígida región existen cerros
puntiagudos, ríos, cordillera nevada sin vegetación ni valles, es lo más alto.
El sábado 22 se trasladó de Uchusuma a Chulluncayani (Provincia Ingavi del
departamento de La Paz) recorriendo 14 leguas. La región se caracteriza por
quebradas, valles, ríos, riachuelos, terreno en descenso. El domingo 23 (fecha
en la que se iniciaban los festejos del Carnaval) se trasladó de Chulluncayani
al pueblo de San Andrés de Machaca, recorriendo 13 leguas por un terreno con
quebrada, ríos y pampa. El lunes 24 partió de San Andrés de Machaca a Tambillo,
recorriendo 14 leguas desplazándose por un terreno plano y regular con pocas
deformaciones. El Martes 25 partió desde Tambillo a la ciudad de La Paz
recorriendo 10 leguas por terreno irregular llegando al Palacio de Gobierno
pasada las once de la noche.
Al no hallar al Presidente Daza en Palacio se dirigió a la casa del Coronel
José María Valdivia quien era Intendente de Policía, allí entregó la
correspondencia dirigida a Daza. El Presidente informado de lo acontecido se
dirigió de inmediato a Palacio de Gobierno. Al parecer:
“Los invitados, ante la extraña conducta del presidente y edecanes que salían
apresuradamente de la casa, rodearon a Collque, que había quedado en la casa,
interrogándole sobre lo ocurrido. Les comunicó cuanto sabía sobre el asalto del
puerto de Antofagasta”. [4]
El miércoles 26, el Presidente y sus colaboradores directos tomaron distintas
medidas de emergencia nacional para hacer frente a la invasión chilena. El
jueves 27, desde el púlpito de la Iglesia de San Francisco, se dio a conocer la
noticia de la invasión, que terminó en una multitudinaria manifestación que
terminó en la Plaza de Armas. El viernes 28 se publicó en el periódico “El
Comercio” sobre los sucesos de Antofagasta dando a conocer las primeras
medidas, entre estas se declaró la ley de amnistía amplia y generosa para todos
los perseguidos y detenidos políticos, se declaró a la Patria en peligro por lo
que se llamó a la unidad y a la pronta acción.
A 135 años de la ocupación e invasión chilena tres lecciones sociales quedan
por aprender, la primera es dejar establecido que el Presidente Daza cumplió
con su deber en cuanto se informó de la invasión del Litoral boliviano, pues
como lo señala Velasco:
“(…) Daza cumplió como buen boliviano e hizo lo que estaba a su alcance y lo
que tenía que hacer en los momentos de peligro. Su pecado fue ponerse al frente
de los grandes consorcios económicos del momento manipulados desde Valparaíso y
Santiago con vínculos estrechos con la oligarquía minera de Bolivia.” [5]
La segunda lección tiene que ver con nuevas fuentes y nuevas formas de
interpretación y revisión de la historia, de manera que cada nuevo elemento
permita ampliar el panorama de los acontecimientos y una aproximación más
cercana a los procesos históricos.
Finalmente, enaltecer una vez más el papel de los indígenas en determinados
momentos de la historia nacional. Actores que desde sus condiciones y
posibilidades pusieron su determinación, esfuerzo y la vida misma, al servicio
de nuestro país. El chasqui Gregorio Collque es uno de esos actores, que pocas
o ninguna de las veces aparece en el gran y selectivo libro de la historia
nacional, a pesar de su importantísimo rol, que como otros, ha sido
determinante para el curso de las acciones. Queda decir, en palabras de Don
Gastón Velasco, que:
“El (…) estafeta Gregorio Collque, más comúnmente conocido como “el Goyo”. Fue
el héroe sufrido de esta titánica jornada de vencer 74 leguas en seis días,
cruzando desiertos, precipicios, cumbres cordilleranas, la soledad matadora de
la altiplanicie, sin un descanso, sino el preciso de acampar solitario”.
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1 Mapa elaborado en el Gobierno del Presidente José María
Linares por el Ing. Juan Ondarza, Juan Mariano Mujía y Lucio Camacho,
Considerado el Primer Mapa de Bolivia.
2 Los chasquis fueron curtidos hombres entre 18 y 25 años de
edad que desde su niñez recibieron preparación física y alimentación especial,
que los hacía capaces de superar duras pruebas de resistencia hasta 4.000
metros de altura, por ello aptos para trepar montañas y cruzar páramos
desérticos o congelados, gracias a ese privilegiado estado físico. Recorrían
largas distancias dentro de un sistema de relevos llevando mensajes orales,
simbólicos (elementos grabados o pintados) o alimentos. Su desplazamiento tenía
hasta quince días de duración.
3 1 Legua: 5 Kms.
4 Oblitas p. 141
5 Oblitas. p. 143
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