Por: Cristina Corrales / Extraído de: www.somossur.net
EL DERECHO AL MAR ES UNA MISION IRRENUNCIABLE PARA BOLIVIA
La información encontrada en libros coloniales y en datos
oficiales del Archivo de Indias reveló que Chile nunca tuvo derecho legítimo a
los territorios marítimos disputados.
Los documentos investigados por Martinez echan a tierra el
infundio presentado en la historiografía oficial chilena de que Bolivia nunca
tuvo mar.
El derecho al Mar es irrenunciable y se hace imprescindible
tocar el tema con argumentos sólidos e irrebatibles. Por ese motivo HORA 25
ofrece una entrevista con el investigador y escritor chileno Cástulo Martínez,
cuya investigación histórica en su libro “•El Mar de Bolivia”, ofrece a Bolivia
una defensa muy bien documentada sobre nuestro derecho al Mar.
HORA 25.- ¿CON QUÉ MOTIVACIÓN INICIÓ SU INVESTIGACIÓN SOBRE
EL DERECHO DE BOLIVIA AL MAR?
MARTINEZ.-El tema es que en Chile tenemos abundante material
que estructura la historia de la Guerra del Pacífico, obviamente, con ojos
chilenos. Por ejemplo, en los textos escolares se nos enseña a creer que Chile
se vio obligado a entrar en guerra contra Bolivia porque este país rompió el Tratado
de 1874 al imponer un impuesto de 10 centavos al quintal de salitre que
explotaba la Compañía de Salitres de Antofagasta, de propiedad chilena, aunque
los principales accionistas eran ingleses y norteamericanos. Los chilenos
tenían pocas acciones, aunque mucha influencia, ya que la mayoría de ellos eran
funcionarios de Gobierno. También se enseña que las autoridades bolivianas
cometían muchos abusos contra los chilenos residentes en Antofagasta y en el
año 1983, tras la publicación del libro del ex presidente Pinochet,
“Geopolítica de Chile”, se necesitaba una investigación documentada para
sustentar estos conceptos. Con el desarrollo del trabajo, descubro que esas
enseñanzas eran falsas y que Bolivia tenía derecho al Mar.
HORA 25.- ¿QUÉ DOCUMENTOS DESCUBRIÓ PARA SU INVESTIGACIÓN
SOBRE EL TEMA MARÍTIMO ENTRE BOLIVIA Y CHILE?
MARTINEZ.- Para mi sorpresa, lo que descubrí era totalmente
opuesto a lo que se nos enseña en las escuelas. La información encontrada en
libros coloniales y en datos oficiales del Archivo de Indias me indicó que
Chile nunca tuvo derecho legítimo a los territorios disputados, que fueron
motivo de tres tratados de límites con Bolivia. Por ejemplo, por los escritos
del jesuita chileno Alonso de Ovalle--así como de otros antiguos
cronistas--aprendí que el Chile colonial terminaba por el norte a la altura de
Taltal. De ahí que Chile no tenía jurisdicción ni soberanía sobre el territorio
que abarca Antofagasta, Mejillones, Cobija y Tocopilla. ¿Cómo fue, entonces,
que Bolivia y Chile entraron en un Tratado de Límites en 1866 sobre un
territorio que, según datos oficiales e históricos, sólo pertenecía a Bolivia?
El resultado de una escrupulosa investigación de los entretelones de la
gestación del primer tratado de límites es desalentador para las pretensiones
chilenas. La ineludible conclusión es que, en las palabras de Sir Clement R.
Markham, los derechos alegados por Chile hasta el paralelo 23 no eran más que
"una reclamación injustificada”.
HORA 25.- ESTA CONSTATACIÓN HA DEBIDO GENERAR PARA USTED UNA
SITUACIÓN INCÓMODA, ¿CUANDO TERMINÓ SUS INVESTIGACIONES, QUÉ DIJERON LAS
AUTORIDADES CHILENAS?
MARTINEZ.- Reaccionaron con preocupación pero yo tuve que
decirlo, soy un hombre apegado a la verdad, y no tiene objeto escribir para
mentir. El hecho es que por más que busqué en las diversas obras chilenas que
tratan las causas de la Guerra del Pacífico, no pude encontrar ningún
fundamento histórico para fijar la frontera chilena en el paralelo 23 (a la
altura de la Bahía de Mejillones). Considerando que el límite norte de Chile
era el río Paposo, situado en el paralelo 25, grado 32, la ley del 31 de
octubre de 1842 nació viciada. Un país no puede legislar sobre territorio
ajeno. El presidente de Chile en ese año era don Manuel Bulnes, y sus asesores
políticos seguramente sabían que los reyes españoles habían dictaminado que el
límite norte de Chile terminaba en el paralelo 25, de modo que las guaneras de
Atacama quedaban lejos del territorio chileno. Esa ley, por lo tanto, es un
buen ejemplo de lo que el historiador chileno Francisco A. Encina describe con
tanta gracia como “el espíritu expansionista” de los chilenos. Más aun, el 28
de septiembre de 1872, el gobierno de Chile reconoció, por intermedio de su
ministro de Relaciones Exteriores, señor Adolfo Ibáñez, que Tarapacá pertenecía
a Bolivia. En efecto, al contestar varias preguntas que le había hecho el
diputado Cruchaga, el ministro Ibáñez declaró ante la Cámara de Diputados, en
parte, la siguiente frase que recogemos de los archivos oficiales:
“La primera de las preguntas que contiene la interpelación
debe más bien dirigirse al gobierno de Bolivia que al de Chile, porque
correspondiendo al primero la soberanía del territorio donde está situado el
puerto de Antofagasta, es a ese gobierno a quien conviene dar las garantías de
permanencia y estabilidad que se pretenden”.
HORA 25.- SI HABÍA CONCIENCIA DE QUE ANTOFAGASTA ERA
TERRITORIO BOLIVIANO, ¿QUÉ IMPULSÓ, ENTONCES, A CHILE USURPAR TIERRA AJENA?
MARTINEZ.- Una razón quizás pudo haber sido que en aquella
época Chile tenía un estado financiero alarmante. En efecto, la Memoria del
Ministerio de Hacienda presentada al congreso chileno el 15 de julio de 1878
por don Augusto Matta, revela la pésima situación de la Hacienda Pública de ese
año. Pero no había que alarmarse porque, como lo decía el mismo: “nuevas
fuentes de producción se abrían al espíritu emprendedor de sus compatriotas en
el norte de Chile con las salitreras del desierto”. Como Chile llegaba por el
norte sólo hasta Copiapó, ¿a qué salitreras se refería el ministro Matta? Es
evidente que a las riquezas del litoral boliviano. Y así fue como esa intención
se implementó mediante la ley dictada por el congreso chileno el 31 de octubre
de 1842. Además, hay que añadir la fuerte, aunque sutil, influencia de
poderosos intereses ingleses que se movían entre bastidores, pisoteando
barreras ideológicas y económicas para tener acceso y control de las salitreras
bolivianas y peruanas. Después de todo, fueron los ingleses quienes
usufructuaron finalmente de las riquezas salitreras mediante poderosas empresas
como The Nitrate Railways Co. Ltd., The Bank of Tarapacá & London, The
Anglo Chilean Nitrate and Railways Co., y otras después de la Guerra del Pacífico.
HORA 25.- ¿CON QUÉ TERRITORIO MARÍTIMO NACIÓ ORIGINALMENTE
CHILE DE ACUERDO A LOS DOCUMENTOS QUE INVESTIGÓ?
MARTINEZ.- Aunque la génesis de Chile puede haberse iniciado
con las primeras capitulaciones que la reina española firmó con Francisco
Pizarro y otros conquistadores, se puede decir que el nacimiento formal de
Chile se gestó el 18 de abril de 1538, cuando el licenciado Pedro de La Gasca,
presidente de la Real Audiencia de Lima, por orden del rey español Carlos V,
otorgó a Pedro de Valdivia ‘por gobernación y conquista desde Copiapó, que está
en 27 grados de altura de la línea equinoccial a la parte del sur, hasta 41 de
la dicha parte. El laureado historiador chileno, don Francisco Antonio Encina,
nos informa que "el rey confirmó el nombramiento de Pedro de Valdivia en
los mismos términos de La Gasca, por real cédula de 31 de marzo de 1552; y los
límites de la gobernación de Nueva Extremadura o provincia de Chile fueron
inicialmente: por el norte, el grado 27 que llega solo a Copiapó. Este límite es
confirmado por el Inca Garcilaso de la Vega, quién relata cómo las fuerzas
guerreras del Imperio Incaico descubrieron un belicoso pueblo que habitaba al
comienzo del Valle Copiapó. De la misma manera el poeta y soldado español,
Alonso de Ercilla, sitúa a Chile "en altura de veinte y siete
grados". Refiriéndose a los límites de Chile colonial, el antiguo
historiador español, González de Nájera, escribió: “Tiene este reino su
principio en el valle y río de Copiapó, que está a grados australes de latitud
veinte y siete”.
HORA 25.- PERO, SIGUIENDO LOS DATOS HISTÓRICOS, ¿CÓMO ES QUE
CHILE AVANZÓ HASTA EL PARALELO 25?
MARTINEZ.- Esto viene de una decisión de la monarquía
española. El 1º de octubre de 1803 y el 17 de marzo de 1805, el rey español
dictó respectivas cédulas reales, mediante las cuales se declaraba que en el
Paposo convergían los territorios del Virreinato de Buenos Aires, Perú, y
Chile. Esto significaba que el límite norte de Chile era el paralelo 25º 38'.
Este dato oficial fue confirmado por el historiador chileno don Alonso de
Ovalle, quien declaró: “Da principio a este reino en sus confines con el del
Perú, en veinte y cinco grados, el río que llaman Salado”. Él dijo, además, que
el Reino de Chile "tiene por vecino a la banda del norte, las provincias
de Atacama y las ricas minas de plata de Potosí, que dan principio al Reino del
Perú".
HORA 25.- PARA VERIFICAR ESTOS IMPORTANTES DATOS, CONOCIÓ
USTED TAMBIÉN LA DOCUMENTACIÓN DEL ARCHIVO DE INDIAS EN SEVILLA, ESPAÑA?
MARTINEZ.- La siguiente importante información fue copiada
para mí por un dilecto colaborador, directamente de la Sección V de manuscritos
del Archivo General de Indias, en Sevilla, donde se coleccionan los documentos
relativos a la Audiencia de Charcas, que fue lo que hoy es Bolivia:
1. En el Legajo Nº 24, que contiene cartas y expedientes
enviados desde la Audiencia de Charcas al Rey y al Consejo Supremo de Indias,
figura una carta del Doctor Juan de la Peña Salazar, oidor de la Audiencia de
Santiago de Chile que había sido promovido el 22 de marzo de 1684 y dirigida al
rey, la cual dice al comienzo: “Señor, doy cuenta a Vuestra Majestad de cómo
habiendo desembarcado en el puerto de Cobija, cuando pasé del Reino de Chile a
esta plaza...” (La frase “cuando pasé del Reino de Chile a esta plaza” prueba
que el puerto de Cobija estaba fuera de la jurisdicción del Reino de Chile).
2. En el Legajo Nº 135, que contiene “Cartas de Arzobispos y
Obispos de Charcas al Rey y al Consejo de Indias, años 1560 a 1658”, figura una
carta del cura de San Pedro de Atacama la Grande, fechada el 8 de octubre de
1613, dando cuenta al Arzobispo de La Plata (Chuquisaca) de que el Corregidor
de Atacama la Chica ha presentado ante él queja contra el cura de Atacama la
Chica, Bartolomé Suárez de Figueroa, “porque había estado en Cobija confesando
y adoctrinando a los indios del puerto más de 20 días y esto le había hecho
perder más de 500 cargas de pescado que en ese período debieron coger los
indios”. (Si Cobija hubiese pertenecido al Reino de Chile, el asunto habría
sido elevado a la autoridad eclesiástica de Santiago, y no a la de Chuquisaca).
La información contenida en esos dos legajos del Archivo de Indias no admite
dudas de que el puerto de Cobija perteneció a Bolivia desde tiempos
inmemoriales.
HORA 25.- QUÉ OTRO DOCUMENTO QUE USTED HAYA INVESTIGADO DA
TESTIMONIO QUE BOLIVIA SIEMPRE TUVO MAR?
MARTINEZ.- Además de todo lo señalado, el derecho de Bolivia
al litoral quedó reafirmado cuando, el 28 de diciembre de 1825, el Libertador
Simón Bolívar dictó un decreto que confirmaba el puerto de Cobija como
integrante del territorio boliviano.
En efecto, cuando nació la República de Bolivia, el 6 de
agosto de 1825*, su litoral se extendía desde el río Loa hasta el río Salado o
Paposo, tal como se consigna en cédulas reales y en abundantes datos
históricos. Pero carecía de puertos útiles, ya que sólo contaba con la
destartalada caleta de Cobija y algunas ensenadas, todo lo cual era
insuficiente. Por lo tanto, en pleno ejercicio de soberanía, el Libertador Simón
Bolívar ordenó que se hiciera un reconocimiento de la costa para localizar el
lugar más adecuado para la habilitación de uno o más puertos. La misión recayó
en el irlandés Francisco Burdett O'Connor, quien, como resultado de su
inspección, informó que el lugar más conveniente estaba en Cobija.
El decreto, en su parte pertinente, dice textualmente:
“Quedará habilitado, desde el 1º de enero entrante, por
puerto mayor de estas provincias, con el nombre de Puerto de La Mar, el de
Cobija. Se arreglarán allí las oficinas correspondientes a la exacción y
seguridad de los derechos pertenecientes a la hacienda pública. El gran
Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, queda encargado de la ejecución de
este decreto”.
Este importante decreto quedó consignado en el Anuario
Legislativo (o colección de leyes y decretos) que año tras año, desde 1825, se
ha venido publicando en Bolivia y, además, fue incluido por el historiador
Vicente Lecuna en su obra "Documentos Referentes a la Creación de
Bolivia".
HORA 25.- ESTE DOCUMENTO MENCIONADO, ¿ECHA POR TIERRA TODA
LA TESIS DEL YA FALLECIDO GRAL. PINOCHET Y OTROS INTELECTUALES CHILENOS QUE
AFIRMAN DESDE HACE MUCHO TIEMPO QUE BOLIVIA NUNCA TUVO MAR?
MARTINEZ.- Este documento echa a tierra el infundio
presentado en la historiografía oficial chilena de que Bolivia nunca tuvo mar.
Simón Bolívar era escrupuloso en cuestiones de soberanía para suponer que él
hubiera ocupado territorio ajeno para habilitar un puerto para Bolivia. Así
que, como no era razonable dudar de la integridad del Libertador, el
historiador Encina eligió la táctica de negar la existencia del mencionado
decreto. Él dijo que ni él ni sus alumnos habían encontrado jamás el Decreto de
Bolívar. Que el señor Encina y sus ayudantes no hayan podido ubicar dicho
decreto, puede ser posible, aunque ello implique que su investigación no fue
tan concienzuda como debía haber sido; pero afirmar que don Vicente Lecuna,
"máxima autoridad en la materia", tampoco lo encontró, es un caso
específico de ocultación de la verdad. Por lo tanto, este decreto, además de
las fuentes oficiales e históricas ya revisadas, es una evidencia conclusiva de
que Bolivia nació con litoral y puertos propios en el Océano Pacífico.
HORA 25.- ¿QUÉ OTRA PRUEBA ANTIGUA EXISTE SOBRE EL DERECHO
HISTÓRICO DE BOLIVIA AL MAR PACÍFICO?
MARTINEZ.- Bueno aquí tendría que citar leyes antiguas
investigadas. La Ley 5 señala que la Audiencia de Lima "tenga por distrito
la costa que hay desde la dicha ciudad hasta el reino de Chile exclusive".
Originalmente cierto, pero por la fundación de Charcas, hoy Bolivia, se redujo
la extensión de la Audiencia de Lima, cercenándole de su extremo sur un espacio
de más de cien leguas que quedaba interpuesta entre ella y la Santiago de
Chile. La antigua Audiencia de Charcas, hoy Bolivia, partía términos, según la
Ley 9, "por el septentrión [norte] con la real Audiencia de Lima y
provincias no descubiertas; por el mediodía [sur] con la real Audiencia de
Chile; y por el Levante y Poniente con los dos mares del Norte y del Sur".
Algunos califican a la Ley 9 de vaga, porque así les conviene. Pero el límite
meridional de la Audiencia de Charcas está tan claramente expresado en su texto
que no da lugar a dudas; confina con la de Chile por el Mediodía, y por el
Poniente con el mar del sur. La ley que fundó la Audiencia de Charcas le asignó
una gran parte del territorio de la Nueva Toledo. El territorio concedido a
Almagro era litoral: doscientas leguas de costa fueron las que se le otorgaron.
Emancipado el Alto Perú, en 1825, Bolivia domina el antiguo territorio de
Charcas sin salirse de los límites asignados al distrito de ésta, y ejerció
actos soberanos sobre el suelo que se le disputó. Esta es la verdad histórica
que emana de datos oficiales e históricos con respecto a los límites originales
del Perú, Chile, y Bolivia.
HORA 25.- ¿ES CIERTO QUE OTROS HISTORIADORES CHILENOS TAMBIÉN
ESCRIBIERON EN SU TIEMPO LA VERDADERA SITUACIÓN MARÍTIMA DE BOLIVIA?
MARTINEZ.- Efectivamente, además de los datos oficiales
provenientes de las cédulas reales de España y del Archivo General de Indias,
otra principal fuente de información que confirma que Bolivia nació con litoral
propio en el Océanos Pacífico, procede, paradójicamente, de prominentes
escritores chilenos, tanto coloniales como contemporáneos. Por ejemplo, don
Benjamín Subercaseaux Zañartu publicó en 1946 su libro "Chile, Tierra de Océano",
que, junto con sus otras 26 obras lo calificaron para que en 1963 se le
otorgara el Premio Nacional de Literatura. Este renombrado escritor chileno
reconoce que Antofagasta era territorio boliviano. En conclusión puedo afirmar
que en 1563 se funda la Audiencia de Charcas, subordinada al Virreinato del
Perú. Esta Audiencia comprendía la ciudad de La Plata, la ciudad de La Paz,
Chucuito, el pueblo de Oropesa, la Villa Imperial de Potosí, Porco y Santiago
del Estero. La costa se extendía desde Tampalla hasta el río de Copiapó,
incluyendo los puertos de Tarapacá y Mejillones. La Audiencia de Charcas, hoy
Bolivia, tenía acceso soberano al Océano Pacífico por la costa del desierto de
Atacama que correspondía a la jurisdicción de la Provincia de Potosí.
HORA 25.- ¿CÓMO NACE LA ESTRATEGIA EXPANSIONISTA DE CHILE?
MARTINEZ.- Hablando con franqueza, Chile nació pobre. En
nuestro territorio nunca hubo depósitos de oro o plata en una cantidad que
justificara una expedición, siendo estos los elementos a los cuales el género
humano les atribuye tanto valor. Como riquezas naturales, Chile sólo podía
exhibir la madera del sur y el cobre en un área que actualmente se conoce como
Rancagua. Esa situación desvalida continuó en Chile, sin grandes variaciones, a
través del periodo colonial y más allá de las primeras décadas de vida
independiente, hasta poco antes de la Guerra del Pacífico. El historiador Don
Francisco A. Encina reconoce que "la Colonia (chilena) nació muy pobre,
casi indigente. Chile fue el pordiosero colonial, y la misma fama debió
acompañarle hasta 1883". Hasta ahí las palabras del señor Encina. Ese año,
Chile dictó una Ley que fue el principio en su estrategia de crecer a costa de
sus dos vecinos: Bolivia y Perú.
HORA 25.- ¿LA RESPUESTA DE BOLIVIA FUE INMEDIATA O DEJÓ
PASAR LA OPORTUNIDAD DE RECLAMAR?
MARTINEZ.- Al imponerse de la ley promulgada por el gobierno
chileno, Bolivia protestó enérgicamente contra dicha ley que declaraba
propiedad chilena las guaneras de Atacama, y envió al abogado Casimiro Olañeta
a Santiago de Chile, con la misión de reclamar los derechos de Bolivia sobre el
territorio comprendido entre los paralelos 26 y 23. El Ministro de Relaciones
Exteriores de Chile, don Ramón Luis Irarrázabal, le contestó que “no estaba en
las facultades del Poder Ejecutivo alterar las leyes dictadas por el Congreso”.
Y fueron inútiles los afanes del señor Olañeta por hacer prevalecer la voz de
la razón. La posición chilena se mantuvo impertérrita. Después de una serie de
conflictos y roces de autoridad en el territorio en disputa, Bolivia envió en
octubre de 1847 a don Joaquín Aguirre a Santiago de Chile a reclamar por sus
derechos territoriales. Pero la misión de este segundo enviado del gobierno de
Bolivia tampoco tuvo éxito.
HORA 25.- ¿CUÁL ES LA VERDAD SOBRE LAS AFIRMACIONES QUE SE
HACEN EN LA “HISTORIA OFICIAL” QUE SE DIFUNDE EN CHILE, EN RELACIÓN A QUE
BOLIVIA HUBIERA DICTADO DECRETOS QUE DIERON LUGAR A LA INVASIÓN POR DECISIONES
ERRÓNEAS SOBRE IMPUESTOS?
MARTINEZ.- Bueno, es que la cuestión limítrofe entre ambos
países llevaba más de treinta años, desde el 31 de octubre de 1842, fecha en
que el gobierno de Chile decretó que el país limitaba al norte con el paralelo
23. Como ambos países reclamaban derechos territoriales sobre la zona en disputa,
los contratistas que deseaban explotar el salitre no sabían con certeza con
cuál gobierno debían tratar. Así se dio el caso que el chileno Matías Torres,
que residía en el puerto boliviano de Cobija, pidió y obtuvo licencia del
gobierno de Chile para explotar unas guaneras ubicadas al sur de Mejillones.
Pero las autoridades bolivianas ya habían otorgado la misma covadera al
ciudadano brasileño Pedro López Gama, así que éste entabló juicio contra su
rival chileno, demandando daños y perjuicios. Como resultado, las autoridades
judiciales de Cobija hicieron apresar a Matías Torres y lo sometieron a
proceso, con la consiguiente confiscación y remate de la casa que tenía en
Cobija. La reacción de Chile no se hizo esperar. Dos barcos de guerra al mando
del capitán Juan Williams Rebolledo llegaron al área de Mejillones para
defender los intereses del ciudadano chileno Torres. Después, como se sabe,
Bolivia le declaró la Guerra a Chile y todo culminó en violencia.
HORA 25.- DESPUÉS DE TODO LO QUE HEMOS CONVERSADO SOBRE LAS
RELACIONES ENTRE BOLIVIA Y CHILE, ¿POR QUÉ ES QUE DESPUÉS DE MÁS DE CIEN AÑOS
AÚN NO HEMOS PODIDO ARRIBAR A UNA SOLUCIÓN QUE NOS PERMITA REGRESAR
SOBERANAMENTE AL OCÉANO PACÍFICO, Y SEGUIMOS ENCLAUSTRADOS EN TIERRA FIRME,
LEJOS DEL MAR? ¿ACASO NUNCA SE NOS HARÁ JUSTICIA?
MARTÍNEZ.- La causa de que todavía no se haya podido llegar
a una solución que permita a Bolivia contar con un puerto en el litoral
chileno, puede deberse a un conjunto de factores que han estado jugando en
contra de los intereses de ambos pueblos. Tanto dentro de Chile como dentro de
Bolivia hay grupos nacionalistas a ultranza que no están dispuestos a
flexibilizar sus posturas en bien de un acuerdo mínimo, pero práctico. Durante
el gobierno militar chileno, ambos países estuvieron en un tris de resolver el
asunto de la demanda marítima boliviana. Pero se frustró porque Bolivia no
aceptó el canje de territorio, y porque el Perú sencillamente entorpeció la
negociación acogiéndose al derecho que tiene de votar sí o no en un caso en que
Chile quiera ceder a Bolivia territorio que antes fue peruano. Bolivia podría
entrar por el extremo norte de Chile, como lo propuso el gobierno militar
chileno, pero sin exigir soberanía. Negociaciones aterrizadas entre las
autoridades chilenas y bolivianas, que contemplen los intereses de ambas
naciones, podrían conducir a un arriendo de terreno de paso y litoral. En ese
caso, Perú no tendría ingerencia en el asunto, ya que en términos simples se
trataría de un arrendamiento de tránsito, terreno y mar. Y Bolivia disfrutaría
de los beneficios que le otorgaría la porción de litoral arrendado.
En todo caso, esta idea de un arrendamiento de litoral es
sólo un atajo para llegar a la meta anhelada. Por supuesto, hay otras
alternativas legítimas que se pueden considerar. Una de ellas, por ejemplo, es
incluir en las conversaciones con Chile elementos energéticos como argumentos
de negociación, lo que podría inclinar la balanza en favor de Bolivia. El
insigne profesor, escritor y abogado chileno, don Carlos Vicuña Fuentes,
expresó lo siguiente respecto a la demanda marítima boliviana:
"En cuanto a Bolivia, el problema es más hondo todavía,
porque es vital; no puede ella sobrevivir enclaustrada, fuera del acceso a la
vía libre del mar [...]. su salida al mar tendrá que ser forzosamente una
ineludible aspiración nacional y un eterno problema internacional, en cuya
finalidad no podrá haber desacuerdo entre sus hombres. Lo habrá sí en cuanto al
modo de solucionarlo [...], pero los hombres que representan el sentimiento
profundo y permanente de la nación, buscarán necesariamente una salida por el
territorio de Chile, que tiene en su poder todo el antiguo litoral de
Bolivia".
Pareciera que el modus operandi más práctico, y con más
posibilidades de éxito, para que se resuelva el eterno enclaustramiento de
Bolivia, sería que este país utilizara sus recursos energéticos, acuíferos y
minerales como elementos de negociación para llegar a un acuerdo que contemple
los intereses de ambas partes. Estos recursos bien podrían llegar a incentivar
a las autoridades chilenas para que se allanen a estudiar la posibilidad de que
Bolivia vuelva a salir al Océano Pacífico en forma soberana.
La respuesta a estas dos necesidades --un puerto útil y
propio para Bolivia, y una solución para la angustiosa situación de la zona
norte de Chile -- se halla en la extraordinaria potencialidad de los recursos
naturales de Bolivia que, negociados con sabiduría y con los pies bien puestos
en la tierra, puede ser la llave para solucionar estas dos necesidades.
HORA 25.- PARA FINALIZAR, ¿A QUÉ META APUNTA LA PUBLICACIÓN
DE LA CUARTA EDICIÓN DE SU LIBRO “EL MAR DE BOLIVIA” EN ESTE AÑO 2010?
MARTINEZ.- El propósito de este libro no es abrir más las heridas
dejadas por la Guerra del Pacífico, una guerra terrible, tal como son las
guerras entre hermanos, sino ayudar a cicatrizarlas. Y sólo cicatrizarán cuando
Bolivia tenga una salida soberana al Océano Pacífico. En vano nos adormecemos
con la errónea idea de que a Bolivia nada le debemos. Le debemos un puerto.
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LA IMPORTANCIA HISTORICA DEL LIBRO DE CASTULO MARTINEZ
El aporte histórico de la investigación de Cástulo Martínez
contenido en el Libro •El Mar de Bolivia• es tan grande que en el año 1990, el
Ministerio de Educación encabezado por el inolvidable Mariano Baptista Gumucio
emitió la Resolución Nº 2731 que lo declara como “texto de consulta en los
colegios, normales y otros establecimientos del sistema educativo de Bolivia”.
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