Por: Mónica Aramayo Quinteros / Este artículo fue publicado
en el periódico La Patria de Oruro el 19 de Diciembre de 2010.
José Jorge Castillo Guerreros, es periodista con 42 años de
trayectoria en la historia del periodismo orureño, con mayor presencia en los
medios radiales y con historias agradables en los diarios impresos, como
"El Expreso" y "El Día", desde donde fue testigo y víctima
de las dictaduras.
Hijo de un militar, el Tcnl. José Daniel Castillo, héroe de
las guerras del Acre y del Chaco y Dña. Petronila Castillo, era el joven
"Osito" apodado así por su fronda y encrespada cabellera que le daba
un look diferente entre los hombres de prensa de los años 60, tiempo en el que
las ideas revolucionarias afloraban en la juventud boliviana.
A invitación de Primo Cádiz, comenzó a trabajar en
septiembre de 1968 en la desaparecida Radio "Mercurio" de propiedad
de José Irahola que funcionaba en un inmueble de la calle 6 de Octubre y
Ayacucho.
Castillo, en 1968 con casi 30 años de edad se estrenó en la
labor periodística, como reportero radial y "como si fuese ayer", recuerda
su primera entrevista, nada menos que a un embajador de Italia, de quien no
recuerda el nombre, pero si guarda en su mente el recuerdo de su primera
entrevista.
Con la grabadora al hombro, aquellas que ahora ya son piezas
de museo, con una dimensión de por lo menos 30 x 40 centímetros, que grababan
en cintas de carretel y tenían un peso considerable, "Osito"
comenzaba a desplazarse por las fuentes informativas.
"Yo era neófito en lo que significaba fuentes de
información, entonces Cadiz me explicó, irás a diario por la Prefectura,
Alcaldía para conocer sus informaciones, pero a la Segunda División sólo una
vez a la semana. Entonces ya me ubiqué, empecé a trabajar, había que caminar
harto", comentó.
Su primera entrevista al diplomático italiano, la desarrolló
en el templo de "Santa Ana", ahora Colegio Bethania. "Ahí llegué
medio asustadito, golpee la puerta, salió una monjita, me identifiqué, le dije
soy de radio Mercurio. Ella me dijo pase, pase y lo entrevisté. Yo no sé cómo
me salían las preguntas, si era mi primera entrevista. Al día siguiente vi foto
y todo en el periódico y me alegré", explicó.
A un año de su debut; a invitación de Darío Mérida Rocabado,
visitó radio "Oruro", donde se entrevistó con el periodista Mario
Lizarazu Sánchez y fue "conquistado" para sumarse al equipo de prensa
de dicho medio de comunicación.
Una de las noticias que quedó grabada en su mente, es la
toma de la Segunda División de Ejército, que por entonces funcionaba en la
calle Velasco Galvarro y Ayacucho.
"Ahora ya es para reír. Periodistas y golpistas fuimos
protagonistas, por un lado ingresábamos los periodistas y por el otro los
golpistas. Nos agrupamos varios en la plaza y nos informamos que había gente
que iba a la Segunda División de Ejército, bajamos hasta esa esquina. Junto a
mi estaba Humberto Cabezas, oímos disparos y él nos gritaba, ¡Al suelo!, ¡Al
suelo!...y nosotros a gatas entramos a la División, mientras el grupo de
golpistas avanzaba desde el mercado Campero, el sector de las oficinas de
Tránsito, Nosotros estuvimos junto a obreros, mineros y parte del pueblo que se
movilizó", narró.
CASERÍA DE BRUJAS
En 1971, cuando Jorge Castillo" trabajaba en radio
Oruro, se dio la "Casería de brujas", y el régimen del Gral. Hugo
Banzer comenzaba a instalarse en Bolivia, y el periodista cuestionador de la
dictadura, el mes de diciembre de ese año se vio obligado a dejar el país
declarándose en el exilio desde Chile.
"Me avisaron que la cosa se ponía fea y peligrosa. Nos
decía que varios periodistas estábamos en la lista de los que debían
desparecer. Ellos sabían que yo pertenecía al Partido Comunista de Bolivia,
entonces preferí el exilio", dijo.
Con lágrimas contenidas, el septuagenario hombre de prensa,
recuerda cómo el mayor dolor de aquellos pasajes de la dictadura, los vivió su
madre, Dña, Petronila, que siempre le cuestionaba su tendencia política.
"Luego recién entendí que mi mamá, lo único que quería era mi seguridad, a
ella poco lo agradaba que yo me meta al comunismo, pero yo debía luchar por mis
principios. Me dolía ver a mi madre llorar, pero tuve que marchar. Mi madre me
apoyó bastante. La sigo recordando ahora", narra.
Ya en el exilio, con suerte consiguió un trabajo en una
imprenta chilena de propiedad del Partido Comunista de Chile, allí fue acogido
hasta 1973, año en el que se vio obligado a volver a Bolivia, luego de haber
pasado una serie de dificultades lejos de su familia.
Con el entusiasmo del periodismo calentando nuevamente sus
venas, Jorge Castillo a su llegada a Oruro, se dirigió a radio
"Oruro", donde fue recibido por Antonio Rodríguez y el periodista
Luis Lazzo Quinteros, que por entonces era jefe de prensa y desde la misma
tarde de aquel lunes retomó su grabadora, libreta y un bolígrafo, para salir
"armado" a hacer lo que más le gustaba; hasta que una nueva
dictadura, esta vez la de Luis García Meza, calló varios medios de
comunicación.
EXILIADO ENTREVISTÓ A SU EXILIADOR
Un año después de retornar al país y con sus principios
comunistas más fortalecidos, en 1974 el periodista exiliado se vio en la
obligación de entrevistar a su exiliador, el Gral. Hugo Banzer Suárez, en
ocasión del aniversario de Regimiento Camacho 1º de Artillería, el 4 de
noviembre de 1974.
"Sentía una rabia indescriptible, me daba una bronca, y
no faltaban ganas de gritarle un par de cosas. Cómo por la imposición de su
régimen murió gente, otros desaparecían o eran torturados, los periodistas
perseguidos y acallados; pero ni modo tuve que escuchar las cosas que decía.
Los periodistas extremistas nos decían", recuerda.
"El lente de la calle" es la columna de su
creación, que se publicaba en el diario "El Día", donde describía el
descuido de las autoridades en la atención de las necesidades ciudadanas,
fundamentalmente en servicios básicos, además de vez en cuando le daba una
mirada al acontecer político.
"Ahí me explayaba, escribiendo cómo las calles estaban
destrozadas, las alcantarillas sucias, también cuestiones de tránsito,
borracheras públicas y todo lo que el ciudadano percibe y muchas veces no puede
hacerse escuchar por las autoridades. Con eso los de la Alcaldía me odiaban,
pero, antes de los afectos o desafectos estaba mi responsabilidad con el
pueblo", justificó y testimonió las características de su labor como
columnista.
SEMBLANZA
Jorge, nació en Oruro y cursó sus estudios escolares en la
escuela "Ignacio León" y se graduó como bachiller del Instituto
Obrero de Cultura Social, conocido como la "fábrica de comunistas"
debido a que los docentes eran todos militantes del Partido Comunista de
Bolivia (PCB). Es hermano, de Luciano, Emilio y Ruth Castillo, quienes junto a
sus padres siempre apoyaron su labor de prensa.
Graduado como bachiller, decidió estudiar Derecho en la
Universidad Técnica de Oruro, carrera de la que no pudo titularse, pues su
inclinación por el periodismo lo llevó a hacer de un entusiasmo inicial a lo
que con el transcurrir de los años fue su profesión, en la que cosechó logros y
sin sabores personales, pero tras más de 4 décadas, se siente satisfecho porque
la mejor recompensa es saber que sirvió a la comunidad. Su nombre figura entre
los primeros periodistas profesionales de Bolivia inscritos en el Registro
Único Nacional.
Como todo orureño, fue partícipe del Carnaval de Oruro en
filas de la Morenada Zona Norte, sin dejar de lado además la práctica del
deporte formando parte de entusiastas equipos en competencias organizadas por
el Sindicato de Trabajadores de la Prensa (STPO).
Su característica en los últimos años de su ejercicio
periodístico era que casi siempre fue el primero en conocer las noticias, pues
cual funcionario que debe marchar una tarjeta, estaba a primera en sus fuentes
informativa. En años recientes su paso por las radios "Noticias" y
"WKM", tenía además el sello peculiar de reportar en horas de la
noche los acontecimientos recientes, que muchos periodistas recién conocerían
al día siguiente.
Jorge Castillo, confiesa que su incursión en el periodismo
deportivo no fue agradable, motivo por el que luego de un par de transmisiones
de partidos de fútbol, decidió dejar de lado la afición que le había nacido en
algún momento.
Él conocido por la seriedad en sus conversaciones, no
compartía la forma de trato entre los colegas deportivos; "mucho nos
ponían apodos, se mofaban, se hacían la burla y eso no me gustaba. Entonces,
mejor no me meto dije".
El querido "Osito", es un empedernido con la
puntualidad, como una de sus principales virtudes y con la sabiduría de los
años, recomienda a las nuevas generaciones emprender su labor como
responsabilidad, veracidad e imparcialidad porque sólo así se cultiva el
respeto a la profesión.
Su labor periodística lo hizo merecedor de distinciones de
organizaciones, como la Prefectura del Departamento, Alcaldía Municipal,
vecinos, entidades sociales, policiales y otras. Con merecimiento propio fue
electo en reiteradas ocasiones como miembro del Tribunal de Honor del STPO y la
Asociación de Periodistas de Oruro.
Ahora "Osito", por razones de salud está retirado
de la labor periodística, pero no perdió la costumbre de mantenerse informado,
su manía desde joven es oír emisoras de Salta –Argentina, en su radio portátil
que permanece por años en la cabecera de su cama.
Se queja un poco por la soledad que ahora acompaña sus días,
pero su alegría y razón de vivir es el loro "Matías" su compañero
incondicional, que lo llama papá. El cuidado de éste animal, significa una
responsabilidad para Jorge, pues prefiere dejar cualquier compromiso para
atender con puntualidad y celeridad la alimentación de su mascota.
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