Por Ramiro Molina Alanes (*)
El Combate
Al amanecer del mencionado día, de la base aérea de Arce
despegó una aeronave de la aviación paraguaya Potez 25-A2 No. 6, tripulada por
el Tte.1ro. Trifón Benítez Vera y el Cap. Ramón Avalos Sánchez, piloto y
observador, respectivamente, cuya audaz misión era realizar vuelos de
reconocimiento sobre los caminos de Alihuatá, Saavedra y Muñoz.
Cuando se encontraba sobrevolando el sector de Kilómetro
Siete, fue avistada por nuestros puestos de observación, quienes mediante
telefonema comunicaron a la base aérea de Muñoz la osada incursión;
inmediatamente despegó para hacerle frente el caza Vickers "Scout"
No. 96 al mando del Cap. Rafael Pabón.
Los dos aviones adversarios se toparon en las inmediaciones
del fortín Saavedra, a más de mil quinientos metros de altura. Las incidencias
del singular combate fue un espectáculo excepcional; ambos contendientes alados
hicieron un derroche extraordinario de pericia e intrepidez, que estremeció y
emocionó vivamente a los millares de soldados, tanto bolivianos como
paraguayos, quienes haciendo un espontáneo paréntesis en su misión de matarse
mutuamente, desde sus respectivas trincheras contemplaron absortos cada detalle
de esa feroz lid individual.
Pabón, con endiabladas maniobras acrobáticas buscaba ángulos
favorables de tiro pasando muy cerca del Potez; con una certera ráfaga acabó
con el observador que le disparaba intermitentemente con sus dos ametralladoras
apareadas; en una nueva arremetida prácticamente acribilló al piloto. En otros
términos, fue una demostración clásica y brillante del método táctico para
atacar biplazas.
El aparato paraguayo, ya sin comando, dando violentos tumbos
se precipitó a tierra desde 900 metros de altura, llegando a caer destrozado
dentro de las líneas bolivianas[1].
Después de volar a muy baja altura para constatar el sitio
exacto de la caída, piloto boliviano, lanzó un lacónico parte lastrado sobre
nuestras posiciones del sector señalando: "Acabo de derribar un avión
pila[2] al S.O. de Saavedra, con maniobras indicaré el lugar, Cap.
Pabón"[3].
Minutos después se oyen vítores estruendosos y vivas a
Bolivia y al Cap. Pabón, mientras que en las líneas adversarias había una
conmoción general, los soldados guaraníes quedaron estupefactos.
Cuando Pabón aterrizó en Saavedra, después de recibir las
efusivas felicitaciones de sus superiores y camaradas, se dirigió en un camión
al sitio donde cayó la aeronave paraguaya; ya en el lugar ver los despojos
mortales de sus tripulantes, le causó una profunda desazón.
El Entierro
El sepelio de los dos infortunados paraguayos se realizó con
todos los honores militares en el fortín Muñoz; después de depositar una corona
de flores silvestres, el Cap. Pabón usó de la palabra para
señalar: "Caballeros del aire, víctimas de vuestro propio heroísmo,
valientes de vuestro pueblo: habéis caído en combate noble y valeroso, el
destino me hizo vuestro vencedor,...pero ante la muerte no hay vencedores ni
vencidos. Vuestros restos descansarán en tierra Boliviana, aureolados del
respeto y la admiración de vuestros connacionales"[4].
En el campo adversario, "Cuando se tuvo la noticia
de esta conducta, el alma paraguaya vibró de emoción ante aquel rasgo varonil,
noble y generoso del adversario"[5].
Después del sepelio "alguien se acerca a Pabón
quien en ese momento parecía sumido en profundas reflexiones, musita: Estoy
atribulado por haber dado muerte a dos camaradas[6] en defensa de mi
Patria".
Los Protagonistas
Cap. Rafael Pabón Cuevas.
Se formó como aviador civil en la "American School of
Aviation" de Chicago, Estados Unidos, recibiendo su brevet en septiembre
de 1921. Al retornar al país, en la gestión 1928 realizó un nuevo curso en la
Escuela Militar de Aviación de El Alto hasta obtener un nuevo brevet de aviador
militar. En la Guerra del Chaco, después de consagrarse como As de nuestra
aviación con otras dos victorias aéreas, murió en un combate aéreo el 12 de
agosto de 1934.
El aviador Benítez y el metrallista Avalos.
Tte. 1ro. P.A.M.[7] Trifón Benítez Vera.
Perteneció a la primera promoción de aviadores de la Escuela
de Aviación Militar de Campo Grande, Paraguay. Como discípulo del piloto
instructor francés, My. Luis Fromont, recibió su brevet de aviador militar el
25 de marzo de 1928[8].
Cap. Inf. Ramón Avalos Sánchez.
Se graduó de la Escuela Militar del Paraguay como Teniente
Segundo el año 1924. Cuando se produjo el combate aéreo donde pereció,
desempeñaba el alto cargo de Jefe del Departamento de Operaciones del Comando
del Primer Cuerpo de Ejército.
Las Aeronaves
A objeto de completar este trabajo con datos inéditos, se
presenta las características técnicas de las dos aeronaves utilizadas en ese
histórico combate aéreo.
Vickers “Bolivian Scout” 143
Industria: Inglesa
Matrícula No. 96
Año de fabricación: 1929
Motor: Bristol Júpiter VIA de 450 H.P. Refrigerado por aire.
Peso vacío: 1.017 Kg.
Peso máximo: 1.413 Kg.
Velocidad máxima 240 Km. / HR
Armamento: 2 ametralladoras fijas Vickers de 7.65 mm. Sincronizadas
con la hélice.
POTEZ 25 A-2
Industria: Francesa
Matrícula[9]: No. 6
Año de fabricación: 1928
Motor Lorraine-Dietrich 12Eb en “W” de 450 H.P. refrigerado
por agua.
Velocidad máxima 226 Km. / HR
Peso: vacío 1.360 Kg.
Peso máximo 2.150 Kg.
Armamento: 1 ametralladora fija Vickers punto 30 accionada
por el piloto y sincronizada con la hélice; 2 ametralladoras móviles Madsen de
7.65mm apareadas en la torreta del observador; 1 ametralladora semimóvil Madsen
de 7.65mm ventral en el cubículo del observador.
Referencias
[1] Actualmente los restos de este aparato son exhibidos en
el Museo del Colegio Militar de Irpavi.
[2] Fernández Naranjo Nicolás. La Vida Fulgurante de Pabón.
La Paz, 1939 pág. 114.
[3] Ibidem pág. 116.
[4] Aponte B. Leandro. Cincuenta Años de Aeronáutica en el
Paraguay. Asunción, Paraguay 1957 pág. 172.
[5] El Diario, La Paz, 5 de diciembre de 1933.
[6] Piloto Aviador Militar
[7] Aponte B. Leandro obra citada pág.75.
[8] Pampliega, Amancio. Fusil al Hombro. pág. 59.
[9] Erróneamente se viene sosteniendo que este aparato fue
cedido por la Argentina durante la Guerra; lo cual es falso, porque fue
adquirido por el Paraguay en 1928 de Francia.
* El autor es Académico de Número de la Academia
Boliviana de Historia Militar, Vicepresidente del Instituto Boliviano de
Historia Aeronáutica y miembro fundador de la FIDEHAE. Agradecemos al autor por
permitir la reproducción de este artículo. Este artículo apareció originalmente
en Revista Aeronáutica No. 53, Diciembre de 2007; Pág. 130.
** Título original: "El Primer Combate Aéreo en
América: A 75 años de esa gesta histórica"
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