Escrito por un periodista NN del Paraguay Publicado en el
diario La Mañana 11 de diciembre de 1932.
Cuando recibían el dinero enviado por el Rotary Club de La
Paz falleció el prisionero Teófilo Guzmán ante la silenciosa congoja de sus
compañeros.
El diario "El Orden" de Asunción, inserta en una
de sus ediciones últimas, el reportaje que un periodista hizo a los prisioneros
bolivianos en Villa Hayes.
Transcribimos a continuación las impresiones del periodista
paraguayo, a través de las cuales, no obstante su tono agresivo y tendencioso,
revelan la actitud altiva y digna de nuestros prisioneros.
He aquí la crónica de referencia:
Miembros del Rotary Club de nuestro país, se trasladaron al
pueblo de Villa Hayes para hacer efectiva a cada soldado la entrega de los
fondos remitidos por la sociedad similar de La Paz, a los prisioneros
bolivianos.
Participaron de la excursión el doctor don Pedro Bruno
Guggiari, el encargado de negocios de Cuba coronel Octavio Lamar Paez, Capitán
Raíl de Laforet, doctor Zoilo Díaz Escobar, don Horacio Rosendo, doctor Arthur
Elliot, don Rodríguez Leguizamón, don Calixto González, don José Carrón.
A las 9:20 partió la lancha del desembarcadero de la bahía y
a las 11:30 ya se hallaron los excursionistas en el punto final de su viaje.
Al medio día procedieron al reparto de dinero entre el
contingente de prisioneros alojados en el cuartel.
¡Céspedes Toro!
¡Fir…! (responde un muchacho bajo, blanco, con bigote. Era
un lunar en medio de aquella colección de aimaras)
Sírvase, Céspedes, 800 pesos le corresponden, de acuerdo al
reparto establecido por el coronel Marzana. Les envía el Rotary Club de La Paz.
Firme en estas hojas.
Gracias, Señor.
La misma operación presencié con los suboficiales Julio
Orozco, Vicente Ordoñez, Alejandro Tamayo un tipo bien negro, Hugo Tejerina…
Aprovechó el momento del reparto de sus haberes a los
soldados para conservar un instante con algunos suboficiales. Siempre se saca
algo en claro hablando con esta gente (anteriormente me habían informado:
"son demasiado mentirosas. Lo mismo que le dicen a usted hoy, contarán
mañana en otra forma a otra persona").
Preguntó por Céspedes Toro. Algunos informes que tenía, me
hacían saber que él decía ser estudiante de Derecho.
¿Es usted el estudiante de derecho?
Sí, señor, cursaba el primer año cuando sobrevino esto.
Ahora paso al segundo porque nos han hecho aprobar el curso
a todos.
Un individuo que estaba detrás de mí, le interroga también:
¿Qué asignaturas tienen ustedes en el primer año?
Sociología… Derecho civil (personas), derecho Romano.
Ávila
Sí, señor.
¿Quién es su padre?
El doctor Justo Ávila, presidente de la Cámara de Diputados
hasta agosto de este año.
Jorge Yáñez
Del tercer curso de Medicina. Tengo mi familia en Sucre.
¿Cómo lo tomaron prisionero?
Yo era de la sanidad. Quedé solo y…
¿Eran muchos en Castillo?
Unos 600 hombres que se retiraron cuando los atacaron.
¿Hay entre ustedes un muchacho Saavedra, verdad?
Sí, señor. Es primero del aviador...?
¡Saavedra...!
¿Cómo se llama?
Alcindo Saavedra.
¿Qué puede referirnos de la guerra?
Un episodio muy triste. Estaba yo en Yujra, señor. Comía con
mi hermano de la misma cazuela, yo sentado y mi hermano parado. En momentos en
que él se llevaba la cuchara a la boca, una ráfaga de ametralladora, tres
balazos le segaron la cabeza…
¿Qué estudios tiene hechos?
Soy excadete. Del tercer curso. Estuve tres meses en el
Chaco.
- Alberto Almendras Rocha. También excadete. Es del 5º año del
Colegio Nacional de La Paz. Su padre es coronel, con licencia.
Pensaba seguir farmacia, y la guerra…
Bueno, Rocha. Ya seguirá después sus estudios. ¿Qué quiere
que hagamos saber a sus padres?
Estoy bien. Satisfecho… gracias.
Alfredo Kovac, Antonio Lacovich…, blancos.
¿Ustedes son bolivianos?
Sí señor. Hijos de yugoeslavos. Y Lacovich, me pide: Si
usted es de algún diario, diga a mis padres que su hijo está bien.
Que no penen mucho por él
Hugo Tejerina… (éste va a resultar un individuo
aprovechable… periodísticamente…).
Yo actué en el "Camino de la muerte", como
llamaban los muchachos al que va de Yujra a Boquerón, después conseguí entrar
en el "cerco".
¿Está contento, Tejerina?
Contento… no se puede estarlo:
Para nuestra calidad de prisioneros estamos bien…?
Yo era en Boquerón, ayudante del Coronel Marzana.
Caramba…!
¡Sí! Y asistía a las negociaciones del parlamento.
¿Quiere decir que acompañó usted a Marzana, cuando fue a
entrevistarse con el comando paraguayo?
Sí. Y más tarde me mandó mi coronel a que le trajera las
maletas… En el trayecto me detuvo el Mayor Vera y me anunció que nuestras
tropas se habían rendido.
¿Conocía algo del Chaco, antes de venir?
… (¡) Nunca me habían dado referencias de lo que era "esto".
Creía que el Chaco era como la región del Beni, que conocía… una selva, sí;
pero… pasable.
Ahora caigo en un dato, Tejerina… ¡Usted debe ser hermano o
"algo del sargento aquél!".
Yo no tengo nada que ver con él… tengo como pariente
destacado a un primo: Luis Tejerina, que es diputado.
¡Señor…! ¡Señor…! Siento que alguien me llama de atrás.
¿Qué?
Acaba de morir uno de nuestros compañeros. ¿Quiere verlo?
Vamos allá.
(Seguimos por el largo corredor de los cuarteles. En la
última pieza, destinada a enfermería, se detiene. Golpea con los nudillos de
los dedos)-
Teófilo Guzmán se llamaba.
Un oficial de sanidad está allí al lado del muerto.
¿Cómo fue, capitán?
Se lo atendía desde hace mucho del corazón, los pulmones y
los intestinos.
Desde hoy presentó síntomas de apendicitis. Habíamos
dispuesto el apronte de una lancha para llevarlo a Asunción y operarlo, cuando
se produjo el proceso rápido de peritonitis…
Afuera ya, hablo con el Capitán Laforet. Ya había dado todas
las órdenes para que interviniera el juez, se prepara en forma al cadáver, lo
velarán sus propios camaradas y se lo enterrará al día siguiente…
El señor Encargado de Negocios de Cuba presenció la muerte
de Guzmán.
Más tarde, tres horas después, pase nuevamente por el
cuartel. El muerto descansa sobre una mesa, rodeado de flores, velas y
soldados…
¡Esto sí que es desgracia!- dice uno.- ¡Salvarse en tantos
combates y morir prisioneros…!
¿Mbaéichapa nde réra?- interrogó a uno, en Monte Sociedad.
(Ya sabía que éste hablaba guaraní. Es un tipito guaraní.
Ojos vivaces. Es hermano de la madre de dos muchachos, Domínguez, también
bolivianos, que vi antes en Villa Hayes).
Gumersindo Ponce: Soy de Charagua (Santa Cruz). Del
regimiento "Campos".
Con algunos contingentes que llegan al campamento más
avanzado, vienen dos sargentos: Alberto Torrico y Jorge Patzi. Son dos
muchachos de buen aspecto, estudiantes.
Usted, Torrico, ¿qué carrera seguía?
Cursaba el 4º de Ciencias Pedagógicas, en Sucre.
¿Tiene algún parentesco con el capitán Torrico, de sanidad?
Es primo mío.
Patzi, ¿y usted?
Seguía el 4º curso de la Enseñanza Secundaria.
Parece muy joven. Habla con desenvoltura. Esto me extraña
después de conversar con esa gente tan apocada y temerosa que dejé en Villa
Hayes.
¿Cuántos años tiene?
18…
Tome esta carta, soldado, léala es para usted.
… La Paz, 18 de octubre…
…? … pero… ¡si es de mi madre! Miren muchachos: me escribe
mamá. Dice que está bien.
(Le salta el corazón a ese pobre soldadito que recibió algunas
frases de su madre. Que intensa alegría se le marca en el rostro!).
Publicado en el periódico La Patria de Oruro el 14 de junio
de 2013.
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