Imagen: Ejemplar auténtico, en plata, del centro de la
Medalla de El Libertador, cuyo troquel se conserva en la Casa de la Moneda del
Potosí. // Por: Víctor Torrealba / Extraído de: www.monedasdevenezuela.net.
No solo las personas, quizá también los objetos inanimados
nacen con su propio destino. La Medalla del Libertador utilizada por décadas
como La Medalla Presidencial de Bolivia tiene algo de aquello, es además,
extraña, dramática y triste. A continuación su historia.
El Alto Perú al nacer a la vida de Las Naciones
Independientes fue bautizado por los Diputados en la Asamblea General de 1825
con el nombre de su Fundador, titulando la República Bolívar, como homenaje y
gratitud al Hombre que le dió existencia.
La misma Asamblea General quiso también exteriorizar su
admiración al Libertador con la ofrenda de un objeto material que simbolizara
sus sentimientos, y acordó por el artículo 8° del citado Decreto que el
Mariscal de Ayacucho le presentara una medalla de oro tachonada de brillantes,
en cuyo anverso se figurara el cerro de Potosí y al Libertador colocado al
término de una escala formada de fusiles, espadas, cañones y banderas en
actitud de fijar, sobre la cima de dicho cerro, el gorro de la Libertad, y en
el reverso entre una guirnalda de olivo y laurel, la siguiente inscripción: La
República Bolívar agradecida al Héroe cuyo nombre lleva.
A dicho envió Bolívar respondió con una carta de
agradecimiento a Sucre y a la Asamblea, que el Periódico Boliviano El Cóndor
publicó en 1826.
Entre otras consideraciones de gratitud, Bolívar asegura que
en señal de profundo reconocimiento a Bolivia conservará las joyas toda su vida
y que a su muerte, devolverá el presente al Cuerpo Legislativo.
TESTAMENTO DE BOLÍVAR
Cuando el Libertador comprendió que pronto moriría, escribió
su Testamento el 10 de Diciembre de 1830, sin olvidar su promesa de devolver a
Bolivia la Medalla que la Asamblea General le había consagrado:
«Es mi voluntad que la Medalla que me presentó el Congreso
de Bolivia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en
prueba del verdadero afecto que aun en mis últimos momentos conservo a aquella
República.”
LA MEDALLA REGRESA A BOLIVIA
A la muerte del Libertador el albacea de Bolívar la devolvió
al pueblo Boliviano, y ocurrió algo insólito con la Medalla. El Congreso
General Constituyente resolvió en 1831 regalarsela al Presidente de entonces
Andrés de Santa Cruz, en carácter vitalicio, como reconocimiento a sus méritos.
En 1839 estalló una revolución en Bolivia que derrocó al
Presidente Santa Cruz y el nuevo Gobierno Revolucionario obligó a la esposa de
Santa Cruz, doña Francisca Cernadas, devolver la Medalla del Libertador que
ella guardaba desde que el Congreso Constituyente de 1831 la había adjudicado a
su marido.
En reconocimiento a Bolívar el Gobierno Revolucionario
convirtió la Medalla en símbolo presidencial. Así lo decidió el presidente José
Miguel de Velasco mediante un decreto que data del 28 de octubre de ese año. A
partir de entonces, ha sido impuesta a todos los gobernantes que han llegado a
la silla presidencial por el voto ciudadano o por la fuerza de las armas.
Son 63 los presidentes que portaron la Medalla del
Libertador, protagonista de más de un incidente. Por ejemplo, el presidente
Mariano Melgarejo la habría hurtado durante su Gobierno y la recuperación la
logró Agustín Morales en 1872. Y del conjunto de presidentes hay algunos que no
la usaron. José María Linares, por ejemplo, no pudo portarla porque el general
Córdova -que fue derrocado por él- se negó a entregársela bajo el argumento de
que la pieza no era digna de un presidente de facto. Tampoco la usó Néstor
Guillén, que fue presidente por muy breve tiempo. Ni don Tomás Monje, que
gobernó después de la caída de Villarroel y consideró que sólo los presidentes
constitucionales debían llevarla.
LA MEDALLA DEL LIBERTADOR FUE “CANIBALIZADA” Y SUBSTITUIDA
CON OTRA.
En agosto de 1926, debido a múltiples rumores sobre el hurto
de la Medalla, se le hizo un proceso de certificación, encontrándose datos
aterradores: Se habían sustituidos por piedras falsas 24 diamantes sudafricanos
que estaban incrustados en la Medalla original, partes de la cadena de oro,
originalmente de 22 quilates, fueron remplazadas por otras de fantasía y oro de
menor ley. Pero lo peor fue que en el corazón de la Medalla del Libertador, que
era el óvalo de oro, en cuyo reverso iba grabada la grandiosa leyenda, fue
arrancado de la montura de brillantes, y sustituido por otro.
Las partes originales de la Medalla nunca se encontraron y
el Gobierno Boliviano decidió hacer una réplica del Centro de la Medalla con el
reverso original y sustituir la falsificación con una réplica, para que por lo
menos se pareciera a la Medalla que se le regalo a nuestro Libertador.
Lo que queda de la Medalla Original de Bolívar, hoy yace en
las bóvedas del Banco Central de Bolivia, como un recuerdo de la historia,
debido a que durante la segunda posesión de Evo Morales, donde se le ratificó
como presidente de Bolivia por el periodo 2010 – 2015, decidió que utilizaría
un nuevo medallón que representa al gobierno del “Estado plurinacional”, el
mismo que cuenta con los rostros de Bartolina Sisa, Túpac Katari y Simón
Bolívar.
Como una anécdota final, les comento que, Venezuela no
guarda ni siquiera una réplica de esta histórica Medalla.
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