Por: Marco A. Flores
Nogales - Presidente de la Sociedad de Historia de la Guerra del Chaco / mflores@elfulgor.com // Este artículo
fue originalmente publicado en El Fulgor de Oruro el 17 de junio de 2018. / Disponible
en: https://elfulgor.com/noticia/380/rafael-pabon-fue-el-condor-de-los-andes-que-reino-en-chaco // Fotos: 1) Rafael Pabón. 2) Pabón tenía como copiloto al joven orureño subteniente Mario
Calvo (Foto libro Alas de Bolivia). 3) Pabón y el orureño Mario Calvo.
En vísperas de un nuevo aniversario, en este caso el 83, del
cese de hostilidades de la Guerra del Chaco, en principio mediante las redes
sociales, luego por medios de comunicación del Paraguay se informó del hallazgo
de los restos del avión que piloteaba Rafael Pabón y cayó a tierra, provocando
su muerte y la de su copiloto, el orureño subteniente Mario Calvo.
Fue una gran sorpresa porque la prensa paraguaya informaba:
¨Los restos del avión pilotado por el legendario aviador boliviano Rafael Pabón
y derribado por un aparato paraguayo durante la Guerra del Chaco fueron
encontrados en la zona de Florida, informó el historiador Antonio Luis
Sapienza¨.
Luego circularon fotografías de las piezas de la aeronave y
fue revivir nuevamente aquel combate. Y es necesario aclarar que la versión
paraguaya indica que fue derribado, mientras que en el libro de teniente
coronel de aviación boliviana, Amalia Villa de la Tapia, que detalla que el
aviador Pabón se precipitó a tierra por causas no investigadas y aún es un
misterio por resolver.
En Bolivia se anunció una investigación al respecto, porque
según el texto de Amalia Villa de la Tapia, el avión de Pabón habría caído a
tierra en otro sector y los restos del piloto y copiloto fueron rescatados sin
vida.
El hallazgo no deja de ser una grata noticia, porque
evidentemente se trata de una aeronave que fue utilizada en la Guerra del
Chaco.
RAFAEL PABÓN CUEVAS
Entre las muchas y viejas historias de la Guerra del Chaco,
mi padre siempre mencionaba que un valiente aviador llamado Rafael Pabón
Cuevas, era el amo de los cielos derribando aviones enemigos y murió en defensa
de Bolivia, a su estilo, como él hubiera siempre querido luchando en las
alturas.
El piloto tiene una mirada profunda, sus ojos llenos de
coraje, inspiran respeto, pero también miedo. En su cabeza el clásico gorro y
lentes de aviador. Este hombre no tenía miedo a la muerte y en el infinito
cielo trazó su destino como uno de los muchos bolivianos que luchó y murió por
su Patria.
Nacido en Irupana, población de La Paz, en el año 1903, se
convirtió en un símbolo de la aviación boliviana, por su destacado valor en la
Guerra del Chaco.
CONDOR
Con la majestuosidad del cóndor de los Andes, aparecía
imponente en el cielo del Chaco el avión Curtiss-Wright CW-C14R Osprey de
Rafael Pabón Cuevas, los soldados bolivianos y enemigos reconocían al piloto,
por su habilidad y destreza en el aire.
Una de las batallas más memorables y recordadas, incluso por
la aviación paraguaya es la del 4 de diciembre de 1932. Ese día, en el cielo se
libró una batalla digna de hombres valientes.
El águila paraguaya, un avión Potez Nº 6, piloteado por el
teniente Trifón Benítez Vera, acompañado por el observador, capitán Román
Dávila Sánchez, se encontró en el cielo con un cóndor boliviano, un avión
Vickers Scout, piloteado por Rafael Pabón.
Los paraguayos realizaban tareas de verificación y
reconocimiento aéreo del Fortín Saavedra y Kilómetro 7.
Sólo aquellos soldados bolivianos y paraguayos que se
encontraban en tierra podrían relatar ese combate aéreo que duró varios minutos
y cada segundo en el cielo los aviones dibujaban su inmortalidad.
Por momentos parecían dos aves luchaban por sobrevivir y
nunca se daban por vencidas. El avión Potez Nº 6 fue alcanzado por una ráfaga
de ametralladora del avión de Rafael Pabón y fue derribado. La batalla había
terminado, desde ese día se empezó a hablar en las trincheras sobre el valiente
Rafael Pabón, un aviador paceño lleno de coraje.
Cuentan algunos beneméritos que cuando se encontraban
luchando en las trincheras y el sonido de un motor se acercaba, hacía que ellos
levanten la mirada al cielo y esperaban que sea el avión de Pabón.
Cuando se trataba del aviador había más ganas de luchar,
sabían que no estaban solos y desde el aire había un boliviano que estaba
luchando al igual que ellos.
La figura de Pabón en los cielos era aliento para los
combatientes bolivianos, era el cóndor boliviano que vigilaba el Chaco a la
espera de su presa.
Días después de la hazaña en combate aéreo, Pabón regresó a
La Paz, la gente eufórica y entusiasta por ver al valiente piloto fue a
recibirlo a la estación de Viacha, no podían faltar los sentidos y patrióticos
discursos, abrazos y mixtura. Todos querían tocar al piloto.
Uno de los momentos más emocionantes que incluso hicieron
brotar lágrimas, fue cuando Pabón se encontró y abrazó a su esposa, esto en la
ahora ciudad de El Alto.
El aviador en ese entonces fue bautizado por los periodistas
como el “Príncipe de los aviadores militares de América”. El pueblo íntegro
sabe reconocer el valor de sus hijos, los ama, los aprecia y sobre todo los
respeta.
Como no podía ser de otra manera Rafael Pabón fue recibido
con honores y miles de bolivianos lo cargaron en hombros, para que todos
pudieran verlo, había que estar en ese lugar para sentir las emociones en
aquellos minutos históricos y de gloria que vivió el pueblo boliviano.
El 14 de agosto de 1934, luego de muchos combates aéreos el
cóndor boliviano se precipita a tierra. Este hecho es muy recordado por el
Ejército del Paraguay y está en las páginas de su historia. La versión paraguaya
indica que fue derribado por el avión paraguayo Potez Nº 11, piloteado por el
capitán Carmelo Peralta y el observador, teniente Rogelio Etcheverry, después
que se encuentran con el avión de Rafael Pabón al Oeste de Bahía Negra.
Rafael Pabón, a los 31 años, muere ofrendando su vida, el
cielo sabe de sus hazañas, su valentía y la tricolor rojo, amarillo y verde aún
flamea en lo más alto y se confunde con un arco iris.
AVIACION
La investigación del profesor de estudios militares doctor
James S. Corum, revela que en 1927, Bolivia ordenó la compra de nueve aviones
de combate Vickers “Vespa” de Gran Bretaña, aviones de caza livianos muy
capaces y ágiles para su época.
En 1926-27, Bolivia aceptó la entrega de seis bombarderos
Breguet XIX de Francia, aviones muy capaces y fuertes. En 1929, Bolivia compró
otros cuatro modelos mejorados del Breguet XIX. Para el inicio de la Guerra del
Chaco, Bolivia contaba con un cuerpo aéreo muy capaz según los estándares
suramericanos.
Durante los meses antes del conflicto, los bolivianos
desplazaron un grupo aéreo de tres aviones de combate Vickers Vespa, tres
bombarderos Breguet XIX, de cinco a seis aviones de combate Vickers “Scout”
Type 143 y un par de Fokker CVs a Villa Montes, en la frontera del Chaco y las
tierras bajas de Bolivia.
El teniente coronel Bernardino Bilbao Rioja tomó el mando de
las unidades de la Fuerza Aérea Boliviana en el Chaco a inicios del conflicto y
en julio de 1932 concentró su fuerza en la base principal en Villa Montes con
una base de avanzada en Muñoz.
En julio de 1932, los bolivianos desplazaron tres aviones de
combate Vickers “Vespa”, tres bombarderos Breguet XIX y de tres a seis Vickers
Type 143 “Scouts” (aviones de combate) a sus pistas de avanzada.
En vista de la situación estratégica, el teniente coronel
Bilbao visitó al comandante y afirmó que el mejor uso de la superior Fuerza
Aérea Boliviana era bombardear la base paraguaya principal en Puerto Casado en
el Río Paraguay ya que cada hombre, camión, caballo y munición entraba por ese
puerto en camino hacia el teatro de operaciones en el centro del Chaco.
Además, en una violenta confrontación con el comandante, el
coronel Enrique Peñaranda, Bilbao Rioja insistió que se bombardeara a Asunción
para poder quebrantar el estado de ánimo paraguayo. Con las pistas de
aterrizaje de avanzada en Muñoz y Ballivían, el Cuerpo Aéreo Boliviano estaba
al alcance fácil de Asunción y Puerto Casado.
El alto mando de Bolivia desaprobó las demandas de Bilbao
Rioja ya que ellos pensaban, y no se equivocaron, que bombardear Asunción
suscitaría protestas internacionales en contra de Bolivia. En ese momento de la
guerra, el alto mando boliviano no vio la necesidad para tomar medidas tan
drásticas, aunque los bolivianos volverían a analizar esa idea más tarde.
El desgaste de aviones y pilotos durante la guerra fue alto
para ambos lados. El principal aniquilador de aviones y pilotos fueron los
accidentes operacionales. De los nuevo Curtiss “Falcon” que Bolivia había
ordenado, se perdieron dos en combate y cuatro en accidentes durante la guerra.
Paraguay perdió cuatro aviones en accidentes de
entrenamiento con cuatro muertos durante la guerra. Bolivia volaba entre 57 y
62 aviones de combate y 22 aviones entrenadores y de transporte. Paraguay
volaba 32 aviones de combate y 23 aviones entrenadores y de transporte. Según
cifras oficiales paraguayas, durante la guerra, Paraguay perdió ocho aviones en
combate (un Wibault, cuatro Potez 25, un CANT, dos Fiat CR20) y Bolivia perdió
diez (6 Osprey, un Junker, un Hawk y un Curtis Falcon).
La principal causa de estas pérdidas en combate fue el fuego
terrestre. Los combates de aire a aire eran relativamente pocos.
Sin embargo, cuando las fuerzas aéreas se enfrentaban
ocurrían combates agresivos entre los aviones caza, como por ejemplo un choque
insólito entre un bombardero Potez 25 paraguayo y dos bombarderos Breguet XIX
bolivianos.
HOMENAJE A PABON
Sin duda Rafael Pabón es un icono al valor en la Guerra del
Chaco, sus hazañas en los aires serán siempre recordadas por las futuras
generaciones, su aporte a la defensa de Bolivia será siempre recordada y cuando
se hable de aviadores, vendrá a la memoria el avión del “Príncipe de los
aviadores militares de América” surcando el cielo de la Patria, vigilando la
heredad nacional.
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- EN
REALIDAD, ¿CUÁNTOS MILES DE CIUDADANOS ARGENTINOS FUERON RECLUTADOS PARA EL
EJÉRCITO PARAGUAYO?
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