23 Mayo 2017 / Este artículo fue publicado originalmente en
el matutino CORREO DEL SUR. // Mapa 1) Bolivia en su nacimiento. 2) Ex territorio chuquisaqueño.
La pretensión de desconocer los derechos que Chuquisaca
tiene sobre la “Cordillera de Sauces”, Ingahuasi o Incahuasi es apenas la
última de una serie de eslabones históricos que derivaron en el cercenamiento
progresivo de los territorios originalmente platenses y luego del departamento
en donde se encuentra la capital constitucional de Bolivia.
Producto de esos acontecimientos, que suman al menos cinco
mutilaciones registradas desde el año 1574, esta región del sur boliviano se
redujo de una superficie inicial —según el Diccionario Geográfico del
Departamento de Chuquisaca— de 184.980 km2 a sus actuales 51.524 km2. Es decir
que perdió más de dos terceras partes de su territorio original.
UNA DEUDA HISTÓRICA
Chuquisaca no recibió nunca una debida compensación tras las
aciagas leyes de noviembre de 1898, que determinaron —por un lado— la pérdida
de territorios a favor de Santa Cruz y Tarija y —por el otro— el despojo
violento de la sede del Gobierno a favor de La Paz. Desde aquel entonces, han
pasado 119 años.
En 2016 y 2017, la memoria histórica dormida parece
despertar por la irresuelta disputa de los campos Margarita y Huacaya (con
Tarija) e Incahuasi (con Santa Cruz), como consecuencia del retaceo de la ex
provincia Azero (Chuquisaca) entre Santa Cruz, Tarija y el Paraguay.
LOS LÍMITES
El problema de fondo es limítrofe, hace notar con pruebas
documentales en la mano el investigador y experto en temas regionales Juan José
Bonifaz. Él cuestiona incluso la legalidad y la legitimidad de los límites que
por intereses subalternos fueron mantenidos en statu quo desde principios del
siglo XX.
Bonifaz, quien es miembro de la Comisión Técnico-Jurídica
del Comité de Defensa del campo Incahuasi y maneja información de fuentes
primarias nunca antes reveladas, critica que obstinadamente se ignoren
documentos públicos que son evidentes y pueden ser consultados en el Archivo y
Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), en la Casa de la Libertad y en el
Centro Bibliográfico Documental Histórico de la Universidad San Francisco
Xavier, entre otros repositorios del país, además de algunos del exterior.
LA PROVINCIA DESCUARTIZADA
La provincia Azero —precisamente donde están ubicados los
campos Huacaya-Margarita, Incahuasi, Azero Norte, Huacareta y Charagua— tenía
una extensión de 180 kilómetros de Norte a Sur y de 650 kilómetros de Este a
Oeste. Se trata de un territorio comprendido entre los ríos Pilcomayo y
Paraguay, con potenciales aún inexplorados.
Con mayor exactitud, referencias geográficas documentadas
indican que Azero se prolonga entre el margen Noreste del bajo Pilcomayo, las
provincias de Cordillera y Chiquitos de Santa Cruz y la ribera occidental del
río Paraguay.
Allí, en el pasado remoto habitaban naciones o pueblos
indígenas, de acuerdo a documentos consultados por Juan José Bonifaz Barrero y
Carlos Delgado Miranda para el libro “Margarita, Huacaya, Incahuasi: Defensa de
los derechos de Chuquisaca” (Fundación Gran Mariscal de Ayacucho y Universidad
San Francisco Xavier, Sucre, 2011).
En “El Chaco: monografía histórico-geográfica y los alegatos
paraguayos en la cuestión de límites con Bolivia” (1933), publicación oficial
autorizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y propiciada por la
Sociedad Geográfica Sucre, el diplomático Ricardo Mujía señala que esa región,
por voluntad soberana confirmada por Cédula Real del 17 de diciembre de 1743,
consta de: “las naciones y parcialidades de indios comprendidos entre los ríos
Pilcomayo y Paraguay son y pertenecen al Distrito de la Audiencia de Charcas y
al Obispado de Santa Cruz”.
El mismo documento también recupera un fragmento de la
“Monografía de la Provincia Azero, hoy Hernando Siles y Luis Calvo,
Departamento de Chuquisaca” (ABNB, Sucre, 1993), de Monseñor Julio García
Quintanilla, en el que se indica que “antiguamente era parte de la provincia
Santiago de la Frontera de Tomina y, ante los frecuentes ataques recíprocos
entre las provincias Cordillera y Azero, con pérdida de recursos y vidas en el
intento de robar ganado y apropiarse de las cementeras ajenas, el Cura de
Sauces Dr. D. Juan Ventura Barrero, hizo una reclamación en virtud de la cual,
se dictó el Auto de 2 de septiembre de 1794 que consta en Testimonio legalizado
de la Real Audiencia de Charcas, con carácter de cosa juzgada”.
Luego, “un informe sobre límites de Fray Francisco del Pilar
(Archivo de la Academia de la Historia de Madrid) dice que: Pilipili, Acero
Tayarenda, Saipurú y Tacurú, Yesmerí y Mazavi pertenecen a la Intendencia de La
Plata; mientras que Piray, Cabezas, Florida y Abapó pertenecían a Santa Cruz.
Teniendo en cuenta que por la línea de Mazavi deberían pertenecer también a la
provincia Azero, los cinco cantones de Mazavi, Tacurú, Saipurú, Tacuaranboti y
Charagua que de hecho pertenecen a Cordillera”.
Por lo tanto, hay pruebas escritas que, ya en el siglo
XVIII, demuestran a quién correspondía el territorio posteriormente constituido
en provincia, Azero (Chuquisaca). Ésta se creará más tarde, el 13 de octubre de
1840, con su capital “Sauces de la Cordillera” (hoy Monteagudo), por una ley
que estipula como límite arcifinio el río Pilcomayo y la divide de la provincia
de Salinas (Tarija).
A la postre, Azero es dividida en dos secciones: la Villa de
Monteagudo, por la ley del 18 de octubre de 1893, y Muyupampa, finalmente
denominada Luis Calvo, por las leyes del 24 de noviembre de 1909 y 14 de
noviembre de 1847, respectivamente.
“Después, son constituidas en provincias por motivaciones
políticas y económicas. Esto facilitó la invasión pasiva de los departamentos
vecinos, porque los nuevos límites no fueron debidamente definidos. Eran
tiempos en que se disputaba la capitalidad con La Paz y, además, ya se dieron
importantes descubrimientos petrolíferos que movieron intereses sacando a luz
debilidades de Chuquisaca provocadas por la llamada ‘Guerra Federal’
(1898-1899)”, apuntan Bonifaz y Delgado.
ENTRE LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA
“El Libro de Oro de YPFB” (1936-1996) consigna entre las
primeras pertenencias petroleras de inversionistas sucrenses (1899-1917) a
Huacaya, Camatindi y Cuevo, que corresponden a cantones de la provincia Azero
de Chuquisaca. “Por tanto —concluye Bonifaz en un artículo titulado ‘A
propósito del bloque Azero’— queda claro que la fiebre del petróleo descuartizó
hasta la desaparición la provincia Azero y la retaceó entre Santa Cruz, Tarija
y el Paraguay, dejando los restos (las provincias Hernando Siles y Luis Calvo)
para Chuquisaca. Fue la ambición [la] que inundó la mente de nuestros vecinos,
que en olas de asentamientos arbitrarios y, hasta guerra internacional,
ocuparon ese territorio poco conocido y valorado por sus legítimos
propietarios”.
El campo Huacaya fue descubierto en 1911 y, luego, según
Bonifaz, desgajado por Tarija en lo que se conoce como “Margarita”. El
conflicto se produce cuando avanzan territorialmente y perforan más allá del
río Pilcomayo, límite natural interdepartamental. Fue así que volvieron
compartido un campo —Huacaya— que era completamente de Chuquisaca porque estaba
en la antigua provincia Azero, cuyo límite era, tal cual se dijo ya, el
Pilcomayo.
Santa Cruz, en el conflicto limítrofe más reciente, se niega
a reconocer la propiedad compartida de las regalías provenientes del megacampo
Incahuasi, en el bloque Ipati; es decir, en lo que antes fue la provincia
Azero. Ésta se constituyó en la primera provincia petrolera de Bolivia y
geográficamente correspondía a lo que hoy son las provincias Hernando Siles y
Luis Calvo, en el Chaco chuquisaqueño. En rigor, es un campo que, al igual que
Huacaya, en los orígenes perteneció únicamente a Chuquisaca.
Por esas paradojas de la historia, la negativa se produce
más de un siglo después de que Chuquisaca cediera extensas zonas de territorio
a favor de Santa Cruz a cambio, según lo documentan varios historiadores, de su
respaldo para que la sede del Gobierno no fuera trasladada, como finalmente
ocurrió, a la ciudad de La Paz.
Además, Santa Cruz desempeñó un papel clave en la
movilización sucrense por la capitalidad plena durante la Asamblea
Constituyente de 2007, hace solo 10 años, cuando el departamento oriental era
el bastión de la oposición nacional y ésta buscaba desestabilizar el proceso
político en curso. Tanto así que se llegó al punto de distorsionar la genuina demanda
chuquisaqueña, una vez más, bajo la promesa de un apoyo que, en los hechos, se
tradujo en ensañamiento contra Sucre por parte del gobierno de Evo Morales.
En criterio de Bonifaz, “Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija son
actores privilegiados en el país. Además de su potencial ignorado por intereses
políticos del centralismo, el cambio real debe consistir en mirar nuevamente el
eje de La Plata y unir potencialidades, políticas y estrategias de integración
subregional frente a los conflictos territoriales, culturales y regionales que
siguen por centurias. El siglo XXI debe desterrar provincianismos, corrupción y
conservadurismos, y elevar los valores de una civilización constructiva y
creadora”.
En cuanto a la resolución de los conflictos limítrofes con
Tarija y Santa Cruz, sostiene que “hay que basarse en la amplia documentación
existente, pese a que legajos completos de documentos y mapas de la provincia
Azero, presentados al Ministerio de Gobierno en 1878, durante el largo litigio
(Cuevo e Ivo) con ambos departamentos, fueron ‘extraviados’ de forma
maliciosa”, siendo este un hecho más que marca esta página negra de la historia
de Chuquisaca.
22.000 km2 del territorio perdido por Chuquisaca (134
mil km2) fueron a parar a Tarija, Santa Cruz y el Paraguay.
RESUMEN DE PÉRDIDAS DE CHUQUISACA
SERGIO VILLA URIOSTE:
De acuerdo con una investigación realizada por el
historiador Sergio Villa Urioste, “Chuquisaca perdió todo el territorio que en
su momento circundaban los asientos mineros de Potosí y Porco, con sus
correspondientes minerales y agricultura; el territorio del actual Departamento
de Oruro con su agricultura, ganadería y minería. Quizás parte de la Provincia
de Vallegrande, con su ganadería y agricultura. La región de El Mutún, con el
hierro, manganeso, ganadería y agricultura. Toda la región de los bañados del
Izozog: ganadería y agricultura. La región de Cordillera, ganadería,
agricultura, gas y petróleo. El territorio de la ribera izquierda (noreste) del
río Pilcomayo, incluido Villamontes: ganadería, agricultura, gas y petróleo”.
El paralelo 21° y la cordillera del Incahuasi
BONIFAZ Y DELGADO:
El Paralelo 21° (como límite interdepartamental con Tarija)
y la Cordillera del Incahuasi (con Santa Cruz) no cuentan con una base legal
clara. De esa división arbitraria surgen problemas no sólo en lo relativo a
recursos naturales, sino también en la atención a servicios para poblaciones
como Tigüipa, que deja confusos los roles y responsabilidades de autoridades y
población de la zona.
Esta observación es realizada por los investigadores Juan
José Bonifaz y Carlos Delgado en su texto 'Margarita, Huacaya, Incahuasi.
Defensa de los Derechos de Chuquisaca', de agosto de 2011. Ambos autores
defienden la posición regional de que desde finales del siglo XIX hubo un
debate nacional que nunca se resolvió.
ALIANZA DEL SUR
CONSOLIDADOS
Bonifaz reconoce que Tarija y Santa Cruz, con el paso del
tiempo, han consolidado derechos sobre los territorios originalmente
chuquisaqueños.
EQUIDAD
Eso no significa que se haya resuelto la cuestión de límites
pendiente. Falta el reconocimiento de derechos de Chuquisaca basados en la
equidad.
PROPUESTA
Bonifaz plantea, en ese sentido, el establecimiento de una
'Alianza del Sur'. No pelear por límites, sino compartir las riquezas y
constituir un poder regional.
LA HISTORIA DE LOS DESPOJOS
Al año 1574 se remontan los despojos que sufrió Chuquisaca.
Entonces, en dominios de la Intendencia de La Plata (antes incluso de la
pérdida de Potosí y sus territorios) se asentaron colonos por orden del virrey
Francisco de Toledo.
Sergio Villa Urioste, en un texto intitulado “Décimo
departamento”, hace una relación de pérdidas territoriales de Chuquisaca a lo
largo de la historia. Al final, indica que “toda la documentación que certifica
esta historiación se encuentra en el Archivo y Biblioteca Nacionales de
Bolivia”. Ese escrito dice, textualmente, lo que sigue:
1°.- Durante el inicio de la Colonia y cuando ya se tenían
establecidas las superficies territoriales de los Arzobispados, Obispados,
Gobernaciones e Intendencias, la gobernación del Paraguay fundó algunas
poblaciones en los terrenos colindantes a la ribera derecha del río que lleva
su nombre. Inmediatamente después de saber esto, la Audiencia de Charcas
conminó a la gobernación paraguaya a que dejara de hacerlo e indicaba en el
mismo documento que esos territorios pertenecían a la Intendencia de La Plata;
la gobernación amonestada, una vez recibida esta orden, abandonó las
poblaciones fundadas. El Chaco, desde el límite con Santa Cruz, el paralelo
19°, hasta el río Bermejo, era la Intendencia platense y el límite natural con
el Paraguay era el río. Otro territorio que fue de esta Intendencia era lo que
hoy es el Departamento de Oruro y, al norte, parte de la Provincia actual de
Vallegrande, por lo menos en un 30% de su superficie.
2°.- La primera pérdida territorial que sufrió la
Intendencia fue cuando el Virrey Toledo, estando en La Plata, le ordenó a don
Luis de Fuentes que fundara un Fortín con el nombre de Villa de San Bernardo de
la Frontera (Tarija-1574). Esta instauración se hizo con el propósito de crear
un bastión que frene las incursiones chiriguanas. El sitio donde se edificó el baluarte
y los terrenos que se entregaron a los colonos igualmente que la franja que se
encuentra entre los ríos Pilcomayo y Bermejo, pertenecieron a la Intendencia de
La Plata.
3°.- La segunda pérdida se produjo con el Decreto Supremo
del 5 de Septiembre de 1826, promulgado por el Mariscal Sucre; con este se
fundó el Departamento de Oruro en el territorio perteneciente al Departamento
de Chuquisaca.
4°.- Durante la Colonia, cuando las gobernaciones de
Cochabamba y Santa Cruz se fusionaron, y fueron éstas las que otorgaban
terrenos a los colonos dentro del territorio del dominio de la Intendencia de
La Plata, actitud totalmente ilegal y que fue pasada por alto por las
autoridades de La Plata. Así se formó la Provincia Cordillera como parte de la
gobernación cruceña. No existe ningún documento que certifique su fundación con
la aquiescencia de la Audiencia ni de ninguna otra autoridad. Esta fue la
tercera pérdida de territorio platense.
5°.- La cuarta disminución ocurrió cuando el Congreso emitió
la Ley del 10 de Noviembre de 1898. Con ésta se anexó definitivamente al
Departamento de Santa Cruz, desde el paralelo 19° hasta el que se encuentra
entre las poblaciones de Cuevo e Ivo y desde la Cordillera del Ingahuasi hasta
el río Paraguay.
6°.- Con la misma Ley del 10 de Noviembre de 1898, se
cercenó a Chuquisaca toda la región donde se encuentra Villamontes, margen
izquierda del río Pilcomayo, parte de la Provincia Azero.
Resumiendo: Podemos decir que perdimos: Todo el Dept°. de
Oruro: agricultura, ganadería y minería.- Parte de la Provincia de Vallegrande:
ganadería y agricultura.- La región de El Mutún: hierro, manganeso y
ganadería.- La región de los bañados del Izozog: ganadería y agricultura.- La
región de Camiri: ganadería, agricultura, gas y petróleo.- La región de
Villamontes: ganadería, agricultura, gas y petróleo.
Sucre, 8 de Marzo del 2006.
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