Por: Oscar Córdova. // Para más historias: Historias de Bolivia.
«El 23 de marzo de 1935 fui cobardemente abandonado por mis compañeros».
Guerra del Chaco - Batalla de Villa Montes, 1935
«En la dolorosa tarea de sepultar los muertos paraguayos, misión humanitaria
que se han impuesto nuestros soldados y que aún no ha podido ser concluida, por
la gran cantidad de cadáveres enterrados... Ayer han sido identificados los
despojos del teniente paraguayo Ernesto Acuña del regimiento «Curupaytí», en
las manos del muerto que debió agonizar largas horas antes de sucumbir, se
encontró una libreta de apuntes con la siguiente anotación en una página: «El 23
de marzo de 1935 fui cobardemente abandonado por mis compañeros».
He aquí una frase que es prueba irrefutable de la desmoralización enemiga que
deja cruelmente a sus heridos en los campos de batalla.
El 22 en la noche la actividad se intensificó considerablemente; al amanecer
del 23, una columna enemiga atacó al R.I.8, seguidamente otra columna atacó al
primer Batallón del R.I. 21 donde se combatió fuertemente. El desenvolvimiento
de la Batería 16 en esta acción fué muy intenso. Se apoyó eficazmente la defensiva
de nuestra infantería, aniquilando masas de tropas paraguayas que logró
desalojar nuestros puestos avanzados.
Todo el día 23 y 24, la Batería combatió fuertemente, logrando quebrantar el
intento enemigo de asaltar nuestras posiciones. El 24 a horas 18 se hizo una
concentración de fuegos de artillería, sobre el sector ya citado, habiendo en
la noche recapturado nuestras tropas el velo y constatado más de trescientas
bajas hechas por la artillería y morteros. (Este número de bajas según el parte
del Comandante del R, I. 31 al Comando de la 8a. División). — Vergara, T 7 —
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