Artículo publicado en Nuevos Horizontes, el 13 de Marzo de 2018. / El
Diario. // Fotos: Tomás Monje Gutiérrez y Néstor Guillén Olmos. -- Para
más: Historias de
Bolivia.
La Paz, 28 de septiembre de 1946.- Derrocado el régimen del Tcnl. Gualberto
Villarroel, quien junto a Ballivián, Hinojosa y Uría fueron colgados por una
enloquecida muchedumbre en los faroles de la Plaza Murillo, asumió de manera
interina y por 27 días el Dr. Néstor Guillén Olmos, luego, como una salida
constitucional a la crisis planteada tras la caída del régimen villarroelista,
se hizo cargo del mando de la Nación el Dr. Tomás Monje Gutiérrez, presidente
de la Corte Suprema de Justicia de La Paz, en agosto de 1946 hasta marzo de
1947. En su breve período gubernamental se produjo otro trágico como sangriento
incidente que devino en el ajusticiamiento de altos jefes policiales del
gobierno de Villarroel.
Dentro de un ambiente político aún tenso, sucedió que un oficial retirado del
ejército , el Tte Luis Oblitas, buscaba como otras personas, una audiencia con
el Presidente de la República para pedirle su reincorporación en las filas
militares, al parecer el exoficial, había hecho antesala, sin que fuera
atendido por la máxima autoridad política, hasta que, cansado y en un descuido
de los edecanes, se introdujo en el despacho del mandatario exigiendo que le
arreglase inmediatamente su situación en la milicia.
Sacando su revólver se abrió paso en el despacho donde el Presidente se hallaba
con su ministro Carlos Muñóz Roldán, y con gritos destemplados por la furia,
dijo: ¡Ahora, yo seré presidente! ¡Porque tengo condiciones para serlo!
Mientras amenazaba con su arma, el Dr. Monje trataba de persuadirlo en su
alocada actitud. Ante semejante alboroto acudieron empleados civiles y
oficiales del Palacio y Oblitas fue desarmado y reducido a culatazos. Luego fue
trasladado a golpes a las celdas policiales contiguas al Legislativo, mientras
los distintos medios de prensa alertaron a la población de este atentado al
presidente.
Por entonces la ciudad no estaba tan extendida como ahora, rápidamente los
vecinos se concentraron en la Plaza y los ánimos se fueron caldeando, hasta que
alguien dijo que se trataba de una conspiración de RADEPA y el MNR para
recuperar el poder, entonces había que escarmentar a estos revoltosos. La
multitud se dirigió a las celdas policiales y sacó a Oblitas arrastrándolo
hasta la Plaza, donde fue muerto de un balazo por Carlos Meyer, un personaje
bastante cuestionado por su actuación en la Guerra del Chaco, a pesar de esta
intervención, el cuerpo inerte de Oblitas fue colgado en uno de los faroles de
la Plaza Murillo.
Sin embargo, la turba enardecida no estaba satisfecha con la muerte del
exoficial del ejército, surgió el grito de: “Al Panóptico! ¡Al Panóptico! Allí
se hallaban prominentes miembros villarroelistas, víctimas de la represión
política, la oleada de hombres se constituyeron en San Pedro, abriendo el
pesado portón de la cárcel pública sacaron de sus escondites al capitán José
Escobar que se encontraba con su hijo de seis años y al Mayor Jorge Eguino,
ambos altos jefes de la policía y sindicados como responsables directos de los
fusilamientos de noviembre de 1944.
De allí fueron llevados a golpes y arrastrados hasta la Plaza Murillo, donde
Escobar, ya agonizante por el martirio fue izado en un fa-rol, pero no se pudo
hacer lo mismo con Equino. Éste demandó un confesor, luego un refresco y algún
tiempo para realizar algunas denuncias. Se le concedieron los dos primeros
favores, pero no el tercero. Le pusieron la soga al cuello y lo izaron, pero
con tan poca suerte para los verdugos, que la soga se cortó y el cuerpo cayó
pesadamente aún con vida. En eso sonó un disparó a la cabeza del desdichado
policía que puso fin a su vida. Luego, al igual que sus antecesores su
destrozado cuerpo también fue colgado en otro farol de la Plaza.
Poco después el gobierno de Tomás Monje llamó a elecciones presidenciales, inhibiéndose
de participar de ellas. Después de la transmisión del mando el Dr. Monje se
retiró de la vida política. Aún vendrían días dramáticos para el país.
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