La Guerra de la Triple Alianza o Guerra Guasú
fue una de los conflictos armados más grandes de América en la que una
coalición formada por el Imperio del Brasil, Uruguay, y la Argentina
lucharon militarmente contra el Paraguay entre 1864 y 1870.
El revisionismo argentino y la visión tradicional explican
el origen de este conflicto a un papel preponderante a los intereses del Imperio
británico. En cambio la historiografía liberal clásica pone el acento en la
agresiva política del mariscal Francisco Solano López respecto de los
asuntos rioplatenses.
El conflicto conflicto armado como tal se desencadenó a
fines de 1864, cuando Solano López, presidente paraguayo, decidie acudir
en ayuda del gobierno ejercido por el Partido Blanco del Uruguay,
concretamente ir en ayuda de la defensa de Paysandú, en guerra civil
contra el Partido Colorado, apoyado este militarmente por el Brasil. López
advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que consideraría cualquier
agresión al Uruguay "como atentatorio del equilibrio de los Estados del
Plata", pero tropas imperiales invadieron territorio uruguayo en
octubre de 1864.
El 12 de noviembre de 1864, en represalia por la invasión
brasileña a Uruguay, el gobierno paraguayo se apoderó de un buque mercante
brasileño y del gobernador de la provincia brasileña de Mato
Grosso, dando inicio a la Guerra y declarándola al día siguiente.
Bolivia jugaría un papel importante y el peso que tenía inclinaría
la balanza por cualquiera de los dos bandos.
Como parte de los aliados del Pacífico (Ecuador, Perú, Chile
y Bolivia), Bolivia formó parte del bloque que buscó una solución negociada a la
guerra del Paraguay durante los años de 1866 y 1867. Temía con razón que los
territorios del Chaco mencionados en el tratado de la Triple Alianza implicaran
una merma a las pretensiones bolivianas en favor del Brasil
Bolivia jugó un rol importante en las negociaciones, dada su
ubicación estratégica. Bolivia podía convertirse en una salida al exterior para
Paraguay, que en 1867 estaba cercado por los ejércitos de la Triple Alianza.
Una salida al exterior implicaba posibles fuentes de abastecimiento para el
ejército paraguayo. Bolivia significaba el ofrecimiento de mejorar las vías de
comunicación, un tema vital para la supervivencia del Paraguay.
En estas líneas venenos solo los acontecimientos en los que Bolivia
influyo o tuvo alguna relación.
Durante la primera etapa de la guerra la iniciativa la llevaría
el Brasil, los encuentros armados en el Mato Grosso. El Paraguay terminaría controlando
aquella provincia que estaba previamente en reclamación por ambos países.
EL APROVISIONAMIENTO DESDE BOLIVIA A LAS TROPAS PARAGUAYAS
DURANTE LA GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA
Desde el punto de vista del brasileño el Paraguay de Francisco
Solano López incluso ambicionaba los territorios indiscutiblemente bolivianos,
el coronel Luiz Augusto Rocha do Nascimento del ejército Brasileño en su
artículo denominado ASPECTOS LOGÍSTICOS DE GUERRA DEL TRÍPLICE ALIANZA: CAMPAÑA
DEL ALTO PARAGUAY PROVINCIA BRASILEÑA DE MATO-GROSSO Señala:
Tanto así que, en relación a Mato Grosso, las pretensiones
del presidente paraguayo no se se resumían al área litigiosa en la frontera.
Pretendía, por allí, también llegar a Bolivia y llegar al Océano Pacífico,
habiendo enviado, para ello, una misión, encabezada por un ingeniero francés
(posteriormente ejecutado por orden de López) para explorar la región en la que
se debería iniciar la construcción de una carretera ofreciendo protección y
garantía a los bolivianos, además de transporte gratuito a los comerciantes que
realizaran transacciones con Paraguay por la ruta de Corumbá, lo que serviría
para su abastecimiento en caso de guerra, con bloqueo del Río de la Plata
Este mismo autor señala:
…Además, el ejército paraguayo organizaba constantes
incursiones por el territorio boliviano en ejercicios militares, que abarcaban
también la búsqueda de hojas de coca. Estas eran destinadas a los hospitales de
sangre, con el propósito de proporcionar alivio a los heridos en las batallas.
Además Paraguay fue suministrada con armas vía Bolivia,
cuando la situación al sur del Paraguay se puso muy delicada, Dice:
El camino de Bolivia significó un "respiro" para
López. Esto se hizo necesario ante el cierre de su ruta de suministros por el
sur de su país. Otros petrechos, con pólvora y armamentos, continuaron entrando
en Paraguay vía Bolivia, bajo la aquiescencia de Melgarejo, dirigente
boliviano. Es probable que provenían de los Estados Unidos de América, según la
previsión del Consejero Saraiva que ocupaba el Ministerio de Asuntos Exteriores
en 1865.
PARAGUAY ANEXA EL MATO GROSSO Y EMPIEZA EL COMERCIO ENTRE EL
PARAGUAY Y BOLIVIA
En diciembre de 1864, luego de los episodios relatados, dos
columnas del ejército paraguayo conquistaron en corto tiempo el sur de la
provincia brasileña de Mato Grosso, un territorio paraguayo ocupado por Brasil
y reclamado por Paraguay en un conflicto que se arrastra desde los tiempos
coloniales. Una vez anexada la región, que constituyó el Departamento de Alto
Paraguay, el general Barrios envió una comisión a explorar las posibilidades de
comunicación entre Corumbá, localidad matogrossense a orillas del río Paraguay,
y Santo Corazón, una antigua misión jesuítica de la provincia de Chiquitos y
Moxos, en el oriente boliviano. A continuación, se multiplicaron los contactos
y agasajos entre funcionarios paraguayos y empresarios bolivianos, en ANA-SH), todos ellos interesados en agilizar las comunicaciones
entre ambos países. Mientras tanto, Paraguay procuró en 1865 un empréstito en
Europa para construir un ferrocarril hacia Bolivia, pero la operación fracasó,(Se suele interpretar lo del empréstito por el ferrocarril
como una excusa para financiar la guerra, pero en un contexto de previsible
bloqueo aliado y a la luz del camino construido, no es tan descabellada la idea
del ferrocarril. Incluso la comunicación con las montoneras argentinas se hacía
por esta vía) por lo que se encararon las obras para abrir un
camino internacional a machetazo limpio, atravesando una región intersticial
entre el Chaco y la selva tropical. Los comerciantes bolivianos invirtieron en
la obra, se utilizó mano de obra de comunidades indígenas a las que se les
proveyó de carne y salarios, y en julio de 1866 el trabajo estaba concluido. Un nutrido tráfico comercial y diplomático transitó de un lado a
otro de este camino hasta los últimos tiempos de la ocupación paraguaya en Mato
Grosso, conectando dicha región y el Paraguay con el mercado boliviano y su
salida al Pacífico, permitiendo así al Paraguay obtener desde armamentos a
productos de primera necesidad y hojas de coca para la atención médica de los
heridos de guerra, y a fin de facilitar los negocios, el gobierno de Asunción
autorizó la circulación de moneda en Corumbá, eximiéndola del pago de impuestos
para exportación de mercaderías paraguayas hacia Bolivia.
PERÚ SIGUIERE QUE BOLIVIA COLABORE CON EL PARAGUAY
También en 1866 el gobierno boliviano proyectó otro camino
que uniera Santiago de Chiquitos-Corumbá para acelerar el tráfico comercial,
reforzando la integración del comercio del oriente boliviano con la cuenca
platina. La noticia generó gran entusiasmo en las comunidades indígenas que
estarían involucradas en la obra, y el secretario de relaciones exteriores del
Perú, Toribio Pacheco, envió instrucciones al encargado de negocios de ese país
en Bolivia, diciendo que los periódicos bolivianos dieron noticia “de varias
expediciones emprendidas con el objeto de descubrir un camino recto que,
partiendo del interior de Bolivia, conduzca á las márgenes del río Paraguay”, y
recomendó que se aliente al gobierno boliviano a cooperar con el paraguayo en
fomentar esa comunicación, alentando que La Paz envíe un embajador o cónsul a
Asunción. Y agrega:
Estrechadas de este modo las relaciones de Bolivia con el
Paraguay, esta última nación se encontraría ligada por ese vínculo á los otros
Estados con quienes Bolivia se halla en inmediato contacto y ese sería uno de
los medios mas eficaces de asegurar su independencia y soberanía. De ese modo
acaso lograríamos hacer entrar al Paraguay en la alianza de que Bolivia forma
parte, y á nadie puede ocultarse las grandes ventajas que de ello resultarían.
Pero el decurso de la guerra impidió la realización de este
segundo camino.
El temprano interés militar paraguayo en el Mato Grosso se
puede entender como el intento de una vía de salida alternativa por el Pacífico
frente al previsible bloqueo del Paraguay desde el litoral atlántico.
Por ello es que a medida que el clima político en la boca
del río se fue enrareciendo, Paraguay entrevió un bloqueo en ciernes. De ahí el
interés por la salida boliviana. Este giro puede parecer extraño en un país
cuya puerta hacia el mundo es la navegación por el río Paraná, siempre
condicionada por la oligarquía de Buenos Aires.
LA ALIANZA DE PERÚ, CHILE, BOLIVIA Y ECUADOR EN CONTRA DE
ESPAÑA
El 5 de diciembre de 1865 se firmó el Tratado de
Alianza ofensiva y defensiva de 1865, celebrado entre las Repúblicas de Perú y
Chile, Poco después Bolivia y Ecuador se unieron a la alianza, en vista de la
amenaza española. Las tenciones entre el Perú, Chile y España habían llegado a
su punto álgido. Después de varios combates navales entre la Real Armada
Española y las fuerzas aliadas, Marina de
Guerra del Perú y la Armada de Chile, La Armada española al no
encontrar ningún puerto amigo que le permita reabastecerse de municiones y
alimentos se retira derrotada. Cabe mencionar que Bolivia también se negó a
colaborar con la armada española, irónicamente aquellos países que conformaron
la alianza de la que era parte Bolivia unos cuantos años más tarde se enfrentarían
cruelmente en una guerra, donde Bolivia se llevaría la peor parte, perdiendo sus
territorios costeros que daban océano pacifico a manos de Chile.
Es interesante ver que los años previos, donde las tenciones
entre Perú, Chile y la corona de España se agudizaban cada vez más, la Argentina
y el Uruguay se declararon neutrales en el conflicto, más tarde en noviembre de
1864 estos países en alianza con el Brasil entrarían en guerra con el Paraguay.
Por esos años Melgarejo gobernaba despóticamente y manejaba
el país a su antojo.
Al hacerse público el tratado secreto de la Triple Alianza,
Bolivia ve amenazados sus derechos sobre el Chaco boreal. En tal sentido, el
gobierno de Melgarejo inició las protestas correspondientes ante los aliados en
julio de 1866, notificando de dichos despachos a Mariano Lino Cornejo,
encargado de negocios del Perú en La Paz. Por otro lado también insinuó una alianza con Paraguay, alentada
tanto por el ánimo de la opinión pública boliviana como la acción de los países
del Pacífico aliados a Bolivia en la lucha contra la monarquía española.
MELGAREJO OFRECE TROPAS AL PARAGUAY
El dictador boliviano Mariano Melgarejo, no se limitó simplemente
a protestar diplomáticamente.
No sabemos exactamente que lo pudo haber impulsado a tomar
la decisión de ofrecer tropas al Paraguay. Pero de consuno con el caudillo
argentino general Juan Saa, resolvió enviar una carta a López cuyo contenido
declaraba: Acredito ante V.E., como mi
enviado particular y del General Saa al ciudadano argentino Juan Padilla. El
mismo señor Padilla explicará a V.E. mi adhesión a la justa causa que sostiene
la República del Paraguay contra tres naciones aliadas que no enarbolan otra
bandera sino de la conquista y exterminio. Pero esa acción innoble jamás
consentirá las demás naciones americanas. Puedo asegurar a V.E. que en caso de
no llevarse a efecto la protesta hecha a la faz del mundo por las referidas
naciones, yo con mi ejército iré en ayuda. Esperando noticias estoy para acudir
presuroso para combatir al lado de V.E. las fatigas del soldado. Tengo pronta
una columna de 12.000 bolivianos, que unidos a los heroicos paraguayos, harán
proezas de valor. Pero cuando López se disponía a aceptar la oferta de
Melgarejo, este fue depuesto del cargo.
Incluso se llegó a afirmar que Bolivia estaba dispuesta a
iniciar una guerra con la Argentina, Esteban Chiaradía en su ponencia ¿Girar
sobre su propio eje? Reflexiones en torno a la campaña norte durante la Guerra
Guasú, parafraseando a otro autor escribe:
Incluso hay rumores de guerra entre Bolivia y Argentina,
aunque el encargado de negocios del Perú en Argentina, Uruguay y Brasil,
Benigno Vigil, informa a su superior que si bien el Gobierno argentino no cree
en dichos rumores aunque “no cree en los rumores de una invasión de fuerzas
bolivianas á las provincias limítrofes de Bolivia, parece sin embargo que los
explota, á fin de estimular el espíritu nacional de las provincias que se
suponen amenazadas y conseguir que se armen y concurran con nuevos contingentes
á la guerra del Paraguay”.
LAS SIMPATÍAS DE BOLIVIA CON EL PARAGUAY
Por esos años estaba por demás claro las simpatías de Bolivia
hacia Paraguay, y esto motivara distintas misiones diplomáticas de los aliados,
que sabrán explotar los temores y ambiciones de un maleable Melgarejo:
argentinos y uruguayos lo convencen de que no peligran sus pretensiones
territoriales en Chaco, y el peruano Vigil informa a Lima que “partiendo del
mismo supuesto de un conflicto con Bolivia, existen negociaciones reservadas
entre el señor Elizalde y el Ministro de España en Buenos Aires, cuyo objeto
seria autorizar el Gobierno argentino para llamar al servicio de las armas á
los millares de gallegos y vascos españoles avecindados en la República”
Pero estas simpatías se terminarían diluyendo con la firma
del tratado de Límites que celebran los gobiernos de Bolivia y Brasil.
BOLIVIA FIRMA EL TRATADO DE LÍMITES CON EL IMPERIO DEL
BRASIL
Cuando el Paraguay elevaba un reclamo a los gobiernos del
Brasil, argentina y el Uruguay por la firma del tratado alianza en desmedro de país
guaraní, El Gobierno de Melgarejo también había elevado la protesta en la que
se afirmaba que se ponian en peligro las reclamaciones bolivianas en el Chaco.
El gobierno brasileño tomo tan a serio todo esto, que ya no dudo de la
alianza inminente entre Bolivia y el Paraguay, y se apresuró a enviar a Melgarejo
la misión ostentosa de Don Felipe Lopez Netto.
“…Evitar pues la alianza de Bolivia con el Paraguay, y aun
aquellas condescendencias y auxilios que, sin comprometerse en la guerra, suele
prestar a un beligerante un pueblo amigo, fue indudablemente uno de los
pensamientos que el gobierno del Brasil tuvo al acreditar la misión
extraordinaria de 1867 cerca del gobierno de Bolivia.
Natural era que esta vez, al tratarse de los límites entre
ambos Estados, el Brasil estuviera dispuesto a ceder mucho de sus antiguas
pretensiones, y que Bolivia, comprendiendo la crítica situación del imperio,
sostuviese las propias pretensiones que antaño, con la casi seguridad de
triunfar. Desgraciadamente esto no ocurrió, simple y sencillamente Brasil trazo
una línea divisoria, según su antiguo plan, en medio de fuertes rumores de sobornos
y el gobierno de Melgarejo acepto y firmo el tratado de amistad, limites.
Uno de los artículos del mencionado tratado que interesa en
el contexto previo a la Guerra de la Triple alianza señala:
“[l]os buques de guerra de Bolivia y del Brasil gozarán
recíprocamente de libertad de tránsito y de entrada en todo el curso de los
ríos de los dos países, que fueren habilitados para los buques mercantes, como
también de todas las exenciones, honores y favores que son de uso general”
(Tratado Bolivia-Brasil, 21/03/1867, artículo 22°).
LA SIMPATÍA BOLIVIANA CON EL PARAGUAY FUE SINCERA
En febrero de 1868 el gobierno boliviano envía una misión
especial ante los países aliados y el Paraguay, el coronel Quintín Quevedo enviado
extraordinario, cuya correspondencia con el canciller Donato Muñoz –conservada
en el Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia- nos permite
ver que el interés de Bolivia por la causa paraguaya no era una mera apariencia
calculada, y su cuerpo diplomático supo desplegar una política solidaria con el
Paraguay. Nótese que la misión tiene dos claros objetivos: garantizar los
derechos bolivianos y ofrecer la mediación de dicho país para una salida
pacífica de la guerra, es decir que no se abandona totalmente al Paraguay.
Esteban Chiaradía señala: Quevedo, sabiendo que la oferta de
medición norteamericana había sido rechazada, realiza su presentación en Brasil
(febrero 1868), con idéntico destino. Vuelve a formular la misma junto al
encargado de negocios de Chile en Buenos Aires, y ambos reciben un formal rechazo
de los tres países aliados por separado, pero con idénticas respuestas (julio
1868).
Recordamos que en abril de 1868 Paraguay se vio obligado a
abandonar definitivamente Corumbá, interrumpiéndose el intenso comercio de la
ruta boliviana, por lo que la presentación de esta misión diplomática ante
Asunción en julio de 1868 deberá realizarse mediante de los aliados, no
pudiendo concretarse por un “malentendido” que implica a Elizalde y Caxias.
En la correspondencia de Quevedo al canciller Muñoz se
registra la favorable recepción de la propuesta mediadora en la prensa
argentina, se afirma que Bolivia refugiará a los soldados paraguayos que así lo
soliciten, se muestran los temores por el influjo de Brasil sobre Uruguay (un
“protectorado” imperial) y Argentina, y la crítica ante el tratado firmado por
Bolivia y Brasil en el sentido que establece un “tutelaje” imperial sobre el
comercio boliviano mientras prosigue la guerra de exterminio contra el Paraguay.
Otro diplomático boliviano nos muestra la posición favorable
al Paraguay. El encargado de negocios en Buenos Aires, Agustín Matienzo,
advirtió en mayo y en junio de 1865 que el artículo 16 del Tratado secreto de
la Triple Alianza podría correr las fronteras bolivianas hasta las afueras de
Santa Cruz de la Sierra y de Chuquisaca, y escribía presuroso a su gobierno
recomendando tres cosas: primero, que se declare por ley como territorio
boliviano hasta los ríos Paraguay y Bermejo, permitiendo la libre navegación de
los mismos; segundo, ratificar en el parlamento el Tratado de Paz, Amistad,
Comercio y Navegación entre Argentina y Bolivia que el mismo Matienzo suscribió
en Buenos Aires el 2/05/1865 y que declara que la posesión no anulará los
derechos territoriales previos (una cláusula que se opone a la concreción por
las armas del artículo 16 del Tratado de la Triple Alianza) y tercero “es
necesario y santo aliarse con el Paraguay antes de que sucumba. Algo más, tal
vez sería conveniente a la causa democrática boliviana que las repúblicas del
Pacífico impidan la derrota del Paraguay”. Sin
embargo, Melgarejo no aceleró la validación del tratado del 2/05/1865, que
caducó.
Referencias:
- BANDEIRA, Luiz Alberto Moniz. A expansão do Brasil e a
formação dos Estados na Bacia do Prata: Argentina, Uruguay y Paraguay.
Editorial civilización brasileña. Rio de Janeiro 2012.
- CHIARADÍA, Esteban. ¿Girar sobre su propio eje?
Reflexiones en torno a la campaña norte durante la Guerra Guasú. Ponencia
presentada en el X Taller: “Paraguay desde las Ciencias Sociales” Buenos Aires,
22, 23 y 24 de Junio de 2017. Disponible: http://grupoparaguay.org/P_Chiaradia2017.pdf
- SOTOMAYOR, Ramón Valdés. La legación de Chile en Bolivia
desde septiembre de 1867 hasta principios de 1870. Impr. Chile, 1872.
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