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LA ODISEA DE BENNETT, EL GIGANTE DE PIEDRA

Fotos: (Superior) Wendell C. Bennet y Arthur Posnansky. (Inferior) La prensa cubrió el traslado del Pachamama a la ciudad de La Paz. / Tomado de: turiseclapaz.blogspot.com 

Esta es la odisea del Monolito Pachamama, más conocido como Bennett, desde su traslado de Tiwanaku a La Paz, hasta el regreso de La Paz a donde pertenece y ahora descansa en el Museo Regional de Tiwanku.
Finales de junio de 1932, el arqueólogo norteamericano Wendell C. Bennett, miembro del American Museum of Natural History de Nueva York halló una estela el cual llevaría su nombre. 
La estela era Pachamama, esculpida en arenisca roja, mide 7,30metros de alto, incluyendo la base . Fue localizado por W. Bennett en el pozo VII casi al centro del templete semisubterráneo, en forma inclinada. En su posición original, estaba orientado con su parte delantera hacia el sur, o sea a la escalinata de acceso al templo de Kalasasaya.
Los trabajos e investigaciones que quiso hacer W. Bennett se las negaron las sociedades científicas de Bolivia, pues ya antes algunas instituciones extranjeras que visitaron Bolivia, con la misión de querer investigar la zona, destruyeron y saquearon Tiwanaku. 
El arqueólogo quiso trasladar a “Pachamama" a la ciudad de La Paz, pero los pobladores se resistieron a que la estela dejara el lugar y también los munícipes de La Paz. El 25 de abril de 1933, empieza la labor de trasladar al gigante de Tiwanaku.
En aquel entonces en el gobierno se encontraba Daniel Salamanca, quien impulsaría su traslado por medio del ministro de Educación Remy Rodas Eguino, pero el viceministro de Cultura Antonio Eguino impulsa la devolución del monolito a su lugar de origen. Aquel fue asesorado por Arturo Posnansky y apoyado por el constructor Ivica Krsul.
Entre el 2 y el 9 de julio de 1933 en Tiwanaku se alista al monolito para su viaje hacia la capital, el 8 es llevado por vía férrea. Y el 9 es colocado en el paseo del Prado de la avenida 16 de julio. La resistencia y el pedido de devolución del monolito estuvo de parte del gobierno Municipal de La Paz. Una primera víctima de tal oposición, el intendente municipal que se inclinó por defender algunos árboles sacrificados para dar cabida al gigante tiwanakota frente al actual cine 16 de Julio, acabó deportado en Aiquile.
En la década de 1940 el gigante fue trasladado a Miraflores, instalado en una réplica del templete semisubterraneo cerca al Estadio Hernando Siles 
Los miraflorinos que viven circundante al estadio Hernando Siles dicen que lo escucharon llorar, quizás por su traslado de su lugar de origen a la Ciudad de La Paz. Lamentándose debió pasar decadas el monolito. 
A Bennett durante décadas se le atribuyo desgracias y lamentaciones a la historia de Bolivia para la gente está estela es conocida como "kencha" (que trae mala suerte). Gran parte de esta mala fama, según el pueblo, se debió a su traslado en 1933 a la ciudad de La Paz. 
Cuando se descubrió la estela, coincide con las primeras escaramuzas paraguayas para recuperar la laguna Chuquisaca o Pitiantuta, que desembocarían en la Guerra del Chaco, donde Bolivia llevo la peor parte.
Estos son algunos ejemplos de la maldición del Monolito Bennett, el cual se dice que es vengativo.
El periódico Crónica publica: -“del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”-recuerda que en enero de 1935, un año después de su instalación en la avenida 16 de Julio, ocurrió algo increíble: “...algo que seguramente nunca ha de volver a repetirse en la historia de La Paz: Las aguas del Choqueyapu que corren paralelas a dicha avenida, pero a una distancia de 200 metros y un nivel muy inferior al de la avenida, se desbordaron y corrieron por la calle Recreo y la mencionada arteria, rodeando por completo la base del monumento megalítico”. 
Más adelante, preocupado por el nuevo movimiento de la pieza arqueológica, señala: “...muchos vecinos de Miraflores esperan con cierta intranquilidad el traslado del Monolito a aquella zona. E igual espera intranquila tienen algunos deportistas, quienes piensan que acaso fracase ruidosamente el Campeonato Sudamericano de Fútbol, o sea vergonzosamente derrotado el equipo boliviano por la “jetta” [mala suerte, en italiano] que lleve al estadio aquella vecindad”. De hecho, de acuerdo a Iván Aguilar Murguía (2001), Bolivia tuvo que esperar 23 años para ser sede de ese evento deportivo y, como toda excepción es regla, en 1963 nuestro país fue campeón invicto.
Es de recordar que, en 1935, las aguas del lago Titicaca descendieron de tal modo que permitieron a Arturo Posnansky observar, frente a la isla de Anaphia, “que desde el interior del lago emergían enormes bloques labrados en hileras formando una especie de fortaleza”. Asimismo, los indígenas del altiplano emigraron hacia los valles por la presencia de una gran sequía en la región; en tanto que en la ciudad de Cochabamba se produjo una gran inundación.
El día 21 de febrero del 2002, se publicó en los medios de comunicación social que gran parte de la tragedia que vivió la ciudad de La Paz se debía al hecho de querer trasladarlo sin la autorización de las w'akas. Al respecto, el aimara Valentín Mejillones sentenció: “Lo que ocurrió el martes 19 (habla de la inundación que fue víctima La Paz) y lo que sucederá en futuro hasta que el Monolito Bennett pretenda ser transportado sin el permiso a los sagrados espíritus, que son dueños de la cosmovisión andina, está en las profecías”.
La Estela ya descansa en el museo regional de Tiwanaku, protegido de la lluvia y la humedad. A su retorno a su lugar de origen, lo despidieron de La Paz y El Alto con sahumerios y ofrendas, los amautas y yatiris fueron los que pidieron a la Pachamama un buen viaje a la estela, para que este no tenga contratiempos y retorne a Tiwanaku, donde se ve en la imagen está más feliz y tranquila.

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