Por: Roberto Prudencio Lizón / El Día de Santa Cruz, 20 de Abril, 2012.
La esclavitud negra en nuestro país se originó en la Colonia y continuó hasta
principios de la República. Aunque la Constitución de Bolívar reconoció para
los esclavos la nacionalidad boliviana y la libertad, en realidad esta ley no
se cumplió y la esclavitud continuó sin atajo alguno. Alberto Crespo Rodas
demuestra que a diez años de la fundación de la República, en 1835, en el
periódico “Iris de La Paz”. Se leía un aviso que decía “ Se vende un negro
robusto y sin vicio ninguno, de edad de diez y siete a diez y ocho años, en 200
pesos; sabe cocinar y labrar”.
La tesis de Crespo Rodas nos dice que recién en el gobierno del Gral. Manuel
Isidoro Belzu se abolió en forma definitiva la esclavitud negra en Bolivia. La
Constitución del 26 de octubre de 1851, estableció en forma categórica, que “la
esclavitud no existe ni puede existir en Bolivia”.
Citando las estimaciones del Ángel Rosemblat, don Alberto afirma que a mediados
del siglo XVII la población negra sumaba 30 mil almas en el territorio de
Charcas, de un total de 850 mil habitantes. En Potosí, en 1719, la población
negra, entre mulatos y zambos, totalizaba 3.209 personas, de un total de 70 mil
habitantes.
El esclavo- escribe Crespo Rodas- “era un objeto, una “pieza”, como se le
llamaba. Era sujeto de venta, alquiler, embargo, donación, préstamo, trueque, y
alguna vez, muy rara, de libertad”. Asimismo, agrega, que el negro fue durante
más de dos siglos y medio de un elemento fundamental en la comunidad, puesto
que cultivó la coca en los Yungas paceños, peón en las haciendas de los
terratenientes de Tarija y Chuquisaca, sirviente doméstico en las ciudades,
trabajador en las minas y acuñador en la Casa de la Moneda de Potosí.
Otro lado interesante que nos ilustra Crespo Rodas en su obra, es que el
esclavo negro en 1552 en la ciudad de La Paz, sumaba un número poblacional
importante, hecho que logró preocupar a las autoridades españolas, debido a que
en algunos casos, se dedicaban a la vagancia, al juego y al hurto. Fue por esta
razón que el Cabildo reunido en enero de 1552, dictaminara que los negros
sueltos en la ciudad volvieran bajo la vigilancia de sus amos.
Los negros de los Yungas paceños agradecidos con el Gral. Belzu, que los liberó
de la infamia de la esclavitud, crearon una melodía que hasta hoy se la canta
en esa región tropical boliviana, que hace referencia al “Tata Belzu”.
-----------------------
Links relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario