Por: Freddy Céspedes Espinoza / Tomado de: http://koatravelnews.blogspot.com/2016/07/maremoto-politico.html
Fin del siglo XIX y Bolivia nuevamente enfrentada entre el
norte y el sur, entre Conservadores y Liberales. Corre el año 1898.
Por una parte los conservadores representados por una Elite de millonarios como
Gregorio Pacheco, Aniceto Arce, Francisco Argandoña, que trabajaban
en una misma lógica, sacar del atraso a Bolivia con la venta de la plata;
especialmente famosa era una de las minas más ricas del planeta:
Huanchaca, cerca a Uyuni.
Por el otro, los del Norte, aquellos liberales conspirando y haciendo
prevalecer su ideología de la libertad de cultos, la democracia efectiva para
todos, libertad de conciencia y libertad de contrato de trabajo.
No pudieron más, se rompe la tolerancia y ambos bandos se preparan definir las
cosas.
Severo Fernandez Alonso, el presidente Constitucional y José Manuel Pando,
militar Liberal, valiente por donde se lo mire. Fue uno de los pioneros en la
exploración del norte boliviano.
En ese entonces, La ciudad de Sucre era el centro de la vida económica y
política, luego con la explotación del estaño, la cercanía a los puertos del
Pacífico y sus innumerables recursos económicos, La Paz, comenzó a disputarle
la hegemonía a la capital.
No hay más qué hacer, se acabaron las peroratas y discursos, Fernández Alonso
el presidente, decide poner fin a los insurrectos paceños, que
instauraron un régimen de facto descentralizado, declarándose como Estado
Federal.
La situación se le iba de las manos y con un grueso ejército el presidente
Fernández Alonso emprende la cabalgata hacia el Altiplano para controlar a los
alzados.
Los paceños estaban armados pobremente, los soldados y algunos voluntarios de
la aristocracia chuquisaqueña se sumaron confiados, para la rendición
vergonzosa de los ¨Pico verdes¨ pues sería cuestión de días.
Y SE LEVANTARON LOS INDÍGENAS
Entre la planicie de Sica Sica y toda la influencia de la cordillera, surge una
líder, esposa del General Pando, mujer hermosa y valiente, además
descendiente de la nobleza incaica.
Carmen Guarachi Sinchi Roca, se da modos para comunicarse con los caciques y
mandones Aymaras, bastó un chasquir de sus dedos, para que
suenen pututus siembren indígenas en el Altiplano y
esperar ocultos al ejército Constitucional que venía cabalgando con la constitución
bajo el brazo y seguros de apagar el fuego liberal.
Los indígenas del Altiplano, se aliaron con los liberales, Zárate Willka,
estaba al mando de cientos de Aymaras de Calamarca, Ayo Ayo, Viacha, Senkata,
Corocoro, Cosmini y prácticamente diezman al ejército Constitucional.
Según el historiador Chuquisaqueño Ovidio Urioste:
¨Los indios armados de garrote, hondas, macanas, yauris y cuchillos, al son de
zampoñas, pututus tamboriles y bombos mataban y aprisionaban a los patrulleros
desbandados en Cosmini, irrumpiendo en el templo de Ayo Ayo, donde celebraron
canibalesco festín con los heridos, prisioneros y sacerdotes. Allí se
encontraba el vicario Monseñor Juan Fernández de Córdova, diputado
constitucional y hombre de estirpe y abolengo, cuyas virtudes sobrepasaban todo
elogio. La horda alcoholizada arrancó de las manos de los sacerdotes las
formas sagradas, siguió el tormento desarticulando, amarrando y colgando con
los alambres del telégrafo a los atormentados y después de chamuscar las carnes
y comerlas, se partían los cráneos para beber alcohol¨.
VIVA PANDO, VIVA EL PARTIDO LIBERAL
Zárate Willka ya es General de División del Ejército Federal, luego de algunas
semanas de 1899, el alzamiento de indígenas toma proporciones monstruosas y
Pando teme que se le vaya de las manos, pues ya empezaron a atacar a los
soldados Federales, en una consigna: Muerte a los blancos en un área de más de
60.000 km entre Oruro, La Paz y Cochabamba.
Después de tanta muerte, se dio la batalla final, 250 muertos
constitucionales quedaron en el Altiplano, centenares de indígenas
muertos diseminados en el valle de Cochabamba, otros 150 soldados Federales
muertos en batalla. Ganaron los liberales.
Esta guerra civil o revolución Federal, olvidó la consigna del
federalismo, Pando asumió la presidencia, ajustició a los indios que cometieron
desmanes y se traslado le sede de gobierno a La Paz, quedando en Sucre el poder
judicial. El liberalismo duró veinte años.
PASARON 21 AÑOS Y LOS REPUBLICANOS AL PODER
¨¡Que mueran los Republicanos mazorqueros carajo!, ¡Abajo los
cholos apátridas!.
De una parte el gobierno de liberal, lanzaba sus huestes de matones agresivos y
feroces a romper el espinazo al grito de ¡Viva Montes! contra los republicanos
de Bautista Saavedra; de otra, el partido Republicano hacía frente a esos
hombres con sus ovejas de “Achacachi”, famosos matones entrenados
en su Hacienda de Avichaca, gritando: ”Asesinos, ladrones, entreguistas,
pagados por Chile, en un ir y venir de choques a fuerza de pedradas, palos,
balas y con armas más poderosas, los periódicos, que de uno y otro bando
llenaban de ansiedad al pueblo¨
No había un día que no se produzca un incidente. Los liberales o pijes, atacan
las casas de los opositores. Se cometían asesinatos en los pueblos; se
castigaba y se arruinaba a los que no comulgaban con el gobierno; se les
perseguía y se los deportaban a Ulla Ulla y al Alto Madidi.
EL PATALEO DE LOS LIBERALES
El 12 de julio de 1920, se da el agónico pataleo de los liberales. Su último
representante aristocrático, José Gutierrez Guerra, sale al
destierro después de dimitir y evitar más muertes, por el
levantamiento de los Republicanos de Bautista Saavedra.
Los golpistas la planearon bien, nombraron padrinos para el financiamiento del
golpe, se compraron a militares y dieron muerte a tiros al temible Tigre
Cusicanqui, famoso represor al servicio de los liberales.
Muerto el Tigre, los Republicanos ingresan triunfantes. Los otrora, ¨Cholos
Mazorqueros¨ entraban satisfechos al Palacio Quemado.
Bautista Saavedra y su Guardia republicana, gobernaron con matanzas de
indígenas, dormían con el Mauser listo para apretar el gatillo en las
orillas del Titicaca y el Estado de sitio permanente, les garantizaba
momentáneamente sostenerse en el poder.
COLGARON A VILLARROEL
Después de varios intentos por enderezar la patria, nuevamente militares y
políticos están ansiosos de subir al poder, tuvieron que pasar 23
años para que exista otro feroz levantamiento, funestos por cierto, por los
muertos que decoran el rosario político de esa época.
En los años cuarenta nacen partidos como el Partido de la Izquierda
Revolucionaria PIR, la Falange Socialista Boliviana FSB, la logia Razón
de Patria Radepa con muchos militares que quieren también mejores días para el
país.
Transcurre poco tiempo Gualberto Villarroel está en el poder, sus esbirros
cometen asesinatos en Chuspipata liquidando a una docena de ciudadanos, entre
Senadores, abogados y militares.
A raíz de estos hechos, es que una turba bien asesorada, sacrifica a su
presidente y sus colaboradores colgándolos en los faroles de la plaza Murillo.
Después de descolgarlo a Villarroel, fue velado y llorado por el pueblo,
que aprovechó un descuido para incarle su yauri dentro del cuerpo inerte,
como sostienen las abuelas.
Otra vez la masa amorfa, comenzó a saquear, corrió bala y Villarroel pasó a la
historia en 1946, con su frase ¨No soy enemigo de los ricos, pero soy más amigo
de los pobres¨.
Y llegó el MNR, de Paz Estensoro, San Román, las Barzolas, sus milicianos,
Curawara de Carangas, el Cuartel Sucre, Coro Coro, el control político a través
del garrote.
Como a todo santo le llega su fiestita, El General Barrientos, los barre
literalmente del espacio político en 1964.
Los reductos milicianos son bombardeados desde el avión, Claudio San Román huye
al Paraguay, se toman por la fuerza los campos de tortura, se ametralla a los
obreros en Villa Victoria.
Cayó Paz, después de una fuerte refriega entre los que defendían al Jefe
y los otros que se autoproclamaron los salvadores de la humillación del MNR.
Y otros veinte años el MNRI de Hernásn Siles, El MIR de Paz Zamora, y
otros agregados, son en este periodo el caldo de cultivo para la inestabilidad.
La COB al mando de Juan Lechín, la Hiperinflación. Un congreso que no apoya al
presidente, el desabastecimiento y la cocaína en su auge, hicieron de este
periodo uno de los más funestos. Secuestraron al presidente, lo volvieron sano
y salvo, para darle la estocada de la renuncia en 1984 y pasaron otros veinte
años. Para que echen a Goni.
Este ramillete de balazos, cuartelazos, levantamientos, matanzas,
bloqueos, tienen una extraña casualidad que se dan cada veinte a veinticinco
años.
Y siempre la misma voz el mismo timbre del grito de la gente,¡ basta carajo!.
Pero sigue la vida, al igual que los fenómenos naturales, nuestra política
tiene un ciclo belicoso, una especie de ola que sube y baja y en su momento más
crítico estalla, llevándose este maremoto social instituciones, autoridades,
ministros, y presidentes.
Es probable que estos hechos, se den por la frustración de una generación
que no encontró ningún cambio o mejora en su sistema de vida, las instituciones
podridas, los políticos y su prole gobernando como su feudo, es decir que
la desilusión de los pobres y los engañados, se hace presente con
violencia, cual turbión de montaña, que luego vuelve a su cauce, se entierran
los muertos con bandera, se cambian autoridades y sigue el torbellino político
con nuevos actores, y los mismos conspiradores de nunca acabar. La historia
tiende a repetirse. El que a hierro mata a hierro muere……
¿Quién será el próximo?....
Fuentes:
TRISTÁN MAROF - Víctor Paz.. Vida y transfondo de la política boliviana.
PORFIRIO DIAZ MACHICAO - Bautista Saavedra
HERNÁN LANDIVAR FLORES - Infierno en Bolivia.
GENERAL DEL PUEBLO - Fernando Diez de Medina.
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